La anticipada victoria electoral republicana podría tener como resultado una reducción neta del número de mujeres en el congreso estadounidense colocando a los EUA detrás de naciones mucho menos desarrolladas e influyentes en el ámbito internacional, señala Luc Vinogradof en Le Monde.

La edición digital de la publicación francesa dedica extensa cobertura a los comicios de mitad de término en EUA. Dado que en la actualidad 90 entre 533 parlamentarios son mujeres el perder tan solo 5 puestos significaría una reducción drástica en el rango mundial, colocándo a EUA entre Albania y Corea del Norte en términos de mujeres representantes, dice.

Irónico en la nota de Le Monde es que su eje es la influencia de cuatro mujeres en el llamado Tea Party. El Tea Party, que surgió en el 2009 en oposición clara a la elección de Barack Obama, “Es desparejo, formado por miles de grupos pequeños, pero parece estar implantándose firmemente en el escenario político de EUA”. Ha tomado una fuerza política respetable, lanzando unos 130 candidatos en la elección, obteniendo inesperadas victorias en las primarias republicanas, asegurando, además, una fuente estable y nutrida de financiamiento.

Las caras más visibles del movimiento Tea Party son cuatro mujeres: Sarah Palin, Sharron Angle, Christine O’Donnell y Michelle Bachmann. Algunos datos sobre ellas.

Sarah Palin, se ha viajado el país de un lado al otro dando su apoyo a una serie de candidatos, gracias al cual muchos de los cuales lograron la victoria durante las elecciones primarias del partido republicano. Candidata vice presidencial con John McCain en el 2008, renunció inesperadamente su cargo de gobernadora de Alaska para acumular fama y fortuna. Su autobiografía fue un bestseller. Fue la oradora principal en la convención del Tea Party en Nashville en febrero del 2009. La destaca su “Sencillez, que a veces pasa por estupidez, su proximidad a las masas y desafío a las élites”, agrega.

Sharron Angle, que a menos sucediera algo completamente inesperado, será la próxima senadora por Nevada derrotando a Harry Reid actual portavoz del senado, se ha negado a hablar con la prensa. Sus comentarios ante unos niños hispanos de que parecían asiáticos se calificó de racista. Dice que quiere “privatizar el seguro social”, “eliminar el ministerio de educación” “informar a las mujeres de los vínculos comprobados científicamente entre el cáncer al seno y el aborto”.

Christine O’Donnell, que ha sido ridiculizada en programas cómicos por una serie de declaraciones (“me interesa la brujería”) a través de los años, compitiendo por el puesto del actual vicepresidente Joe Biden en Delaware. Su actuación en debates ha sido lamentable y sus posibilidades de victoria son mínimas, pero aún así tiene fuerte apoyo entre las bases. O’Donnell fue objeto de un artículo sobre su vida sexual en la publicación Gawker, que le obtuvo un poco de simpatía, incluso entre sus oponentes políticos.

Michelle Bachmann, congresista por Minnesota, aunque menos conocida, es una fuerza respetable en el movimiento. Su discurso conservador agresivo era muy próximo del Tea Party antes de que éste se formara. Ella ayudó a la consolidación del movimiento al formar un grupo del mismo nombre en la Cámara de Representantes.

Según una encuesta de opinión de la universidad de Quinnipiac, el 55% de las personas que dicen ser del Tea Party son mujeres.

Artículo Le Monde

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