Los últimos días de Trump

A dos días de la insurrección convocada por Trump, comienza EUA a comprender las reales dimensiones del evento que marcó el fin de la presidencia de Donald J. Trump y podría sacarlo de su cargo antes del 20 de enero. 

Muerto en el capitolio

Video muestra la familia Trump celebrando poco antes de que sus seguidores atacaran el Capitolio.

Según informes, cinco personas murieron en el ataque: Un agente de la policía, Brian D. Sicknick, quien fue golpeado brutalmente con un extinguidor de incendios. 

Atacantes del capitolio

Ashli Babbitt, de 35 años, veterana de la Aviación de EUA donde sirvió 15 años, fue últimada en el Capitolio por un policía. Estaba escalando una ventana que los atacantes habían roto. Babbitt era conocida por sus videos pro Trump y atacando a los demócratas que grababa y colgaba en las redes. Formaba parte del grupo QAnon, que cree que los demócratas abusan niños y Trump ha sido enviado por Dios para salvar al país.

Otros tres invasores de MAGA murieron en el Capitolio: uno fue ‘pisoteado hasta la muerte’ en la Rotonda, otro murió de un infarto ‘en medio de la emoción’ y el tercero sufrió un derrame cerebral. 

Invasores del capitolio

Las autoridades de EUA están buscando a los terroristas que participaron en el asalto y para ello cuentan con cientos de videos y fotos que muchos de ellos mismos se han tomado. 

Poco después de que comenzaran a circular videos como estos muchos han cerrado sus redes sociales. 

 

Lo que sigue es una investigación exhaustiva a la policía. Pregunta ¿estaban infiltrados? El jefe de la policía del capitolio ha presentado su renuncia.

Diversos informes indican que los llamados de ayuda de la policía de la capital al Pentágono (guardia nacional) no recibieron respuesta. Recientemente, Trump había instalado su gente en cargos del departamento de defensa de EUA.

También se ha comparado el guante de seda con que respondieron al ataque con la brutalidad que han usado en las protestas de Black Lives Matter. Según The Nation, una mujer gritaba. “Esto no es América. ¿Nos disparan ellos deben dispararle a los de BLM, pero disparan contra patriotas”.

Circulan centenas de fotos de la destrucción del Capitolio. Mucha gente jamás en sus vidas había entrado a un sitio similar y consideraron el lujo — mármol, estatuas, cuadros, espacios abiertos, etc. como parte de la corrupción.

Invadieron las oficinas. Destruyeron. Robaron.

Agredieron a la prensa.

Erin Schaff, fotógrafa de The New York Times, fue atacada por los partidarios de Trump. un grupo de hombres la rodeó, la empujó al piso y le quitó sus credenciales de prensa y una cámara. Dice que estaba tratando de encontrar un lugar para esconderse cuandola policía del Capitolio la encontró, le apuntó con armas y le ordenó que se tirara al suelo.

“Asesinar los medios” — consigna que apareció en varias paredes.

Los líderes demócratas de ambas cámaras del congreso han pedido que se implemente la enmienda 25 de inmediato, que retira al presidente de su cargo por deficiencias físicas o mentales.

De no hacerlo, harán otro impeachment. Ya están comenzado a circular los artículos de impeachment.

Muchos periódicos, incluso el Wall Street Journal que defendió por cuatro años a la administración, han pedido que renuncie el presidente.

También han sido atacados fuertemente los senadores Josh Howley y Ted Cruz.

Howley, del estado de Kansas, fue el primer senador en denunciar la elección como fraudulenta y comprometerse a rechazar la certificación.

El Kansas City Star pidió su renuncia y lo acusó de tener “sangre en las manos”.

Ted Cruz está a la defensiva y ahora dice que durante los cuatro años pasados se ha enfrentado en varias ocasiones a Trump. Mentiras.

En cuanto a Trump, cada vez más solo y aislado.

Para el jueves por la noche, con cinco personas confirmadas muertas entre ellos un oficial de policía del Capitolio Trump, grabó un video en el que finalmente condenó la violencia y reconoció que entregaría la presidencia.

La lista de renuncias del gabinete aumenta con cada minuto que pasa. Muchos de los empleados de La Casa Blanca comienzan a presentarse como víctimas porque se quedan sin puesto y nadie los va a contratar.

Según el New York Times, el presidente Trump estaba “complacido” al inicio del ataque e ignoró las súplicas de sus asistentes para intervenir y calmar la situación. Varios asesores intentaron desesperadamente convencerlo de que tomara medidas, sin lograrlo.

Trump ya ha insultado a su vice presidente Mike Pence abiertamente — quizás sea el premio apropiado por su oportunismo.

La insurrección fracasó. Los terroristas están en las miras de las autoridades. Es probable que Trump salga de la presidencia antes del 20 de enero.

Joe Biden será presidente.

Pero queda una enorme mancha sobre el gobierno y la sociedad estadounidense: Cómo se pudo caer tan bajo? ¿Cómo impedir que vuelva a suceder?