Earl Sampson empleado de una tienda Quickstop en Miami Gardens ha sido detenido por la policía 258 veces, requisado 100 veces y encarcelado 56 veces, cada una de ellas en la tienda donde trabaja.
Sampson, indica una nota de Julie K. Brown en el Miami Herald, no había hecho nada malo.
El principal cargo que ha enfrentado — en 62 ocasiones — ha sido entrada ilegal — aunque allí se gane la vida.
El dueño de la tienda se vio obligado a colocar cámaras de protección con el objetivo de documentar el tratamiento de la policía a empleados y compradores.
Esas cintas, y las 38 páginas de historia criminal de Sampson — incluyendo cargos descartados por la fiscalía — plantean algunas preguntas alarmantes sobre la conducta de los agentes de policía de la ciudad.
Miami Gardens es la tercer ciudad de Miami Dade, dice.
Tiene unos 109,ooo habitantes, predominantemente afro americanos; sin embargo la fuerza policial es de mayoría blanca o hispana.
Dice el Herald que muchos ciudadanos han manifestado, “desconfianza en la policía”. Se quejan que los patrulleros con muy poca frecuencia dejan sus autos, a menos que sea para arrestar a alguien.
El único pecado de Sampson, al igual que las otras personas detenidas frente al Quickstop y en Miami Gardens, es ser pobre y negro, confirmando el informe del Herald sobre la tensión entre las autoridades y la comunidad.