Con consignas anti estadounidenses, manifestaciones, quemas de banderas y otras señales de protesta fundamentalistas musulmanes partidarios del abatido líder Osama Bin Laden conmemoraron su vida, a la vez que cuestionaron si en realidad había muerto el líder.
En Paquistán, escribe Daniel Bird en The Telegraph, unas 1,500 personas marcharon en las calles de Islamabad gritando, “¡Qué viva el mártir Bin Laden!”.
En las Filipinas, el dirigente religioso Jeque Jamil Yahiya pidió evidencia fotográfica del hecho. “No estamos convencidos de que los estadounidenses lo mataron porque no hemos visto el cadáver”. Agregó que, sepultarlo en el mar “es contra nuestra religión”.
Sin embargo, un grupo que dice representar a Al Qaeda, publicó en una página de internet una declaración en que reconoce la muerte del fundador y carismático líder.
