originalSplinter Cell: Blacklist, de Tom Clancy, es uno de los principales videojuegos del año, dice Jesús Díaz de Gizmodo

“Transporta a los jugadores directo al campo de prisioneros de Guantánamo para torturar a un prisionero y luego da a los jugadores la opción de ‘indultar o matar al preso interrogado'”.

Sam Fisher, protagonista del juego, es un “Superespía del gobierno de EUA y salvador necesario del mundo libre”.

Fisher se camufla en diversas maneras, burlando guardias, perros y en el proceso golpeando a los detenidos. Luego, ingresa a una celda donde se encuentra un “terrorista” al cual tortura.

Los detalles y el realismo de las pantallas que muestran la prisión son alarmantes, dice Gizmodo; una vez en la celda, las opciones son limitadas: o matar o torturar.

Esta no es la primera vez que un videojuego trivializa el crimen, la muerte y la tortura, dice. Pero si es la primera vez que usa Guantánamo como centro de acción.

Pregunta, “Y aunque no se muestra una simulación verdadera de un reo torturado con el submarino — al menos por ahora — ¿debería trivializarse eso?”

Artículo en inglés

Imagen via Gizmodo