Romney y RyanJunto a la energía y unidad para impedir que Barack Obama sea reelegido, existe dentro de las cúpulas tradicionales del partido republicano un serio temor sobre los desafíos que presentan los grupos de extrema derecha como el Tea Party, escribe Adam Nagourney en el New York Times.

Entrevistas con líderes del partido reunidos en Tampa, Florida, para la convención que nominará a Mitt Romney como candidato presidencial, muestran una organización vigorizada ante la perspectiva de derrotar al presidente Barack Obama y así implementar lo que consideran los fundamentos del partido: un gobierno más pequeño y una reducción del gasto público e impuestos.

Pero los mismos líderes han expresado abiertamente su preocupación por el cuestionamiento por las bases de los líderes tradicionales, especialmente desde hace tres años cuando surgió el llamado Tea Party.

Algunos de estos activistas de base asistieron a un nutrido y combativo evento en apoyo al congresista por Texas Ron Paul, precandidato republicano, quien no hablará en la convención y ha ofrecido un tímido apoyo a Romney.

Preocupa a algunos líderes que entrevistó el Times que el partido adopte posiciones extremas sobre los llamados “temas sociales” como el aborto y la inmigración, lo cual socavaría los intentos del partido de ampliar su base.

El Tea Party ha logrado exitosamente derrocar líderes republicanos que busquen acuerdos con los demócratas, dice.

Esta presión del Tea Party podría haber resultado en la nominación de Paul D. Ryan como candidato vice presidencial.

Esa intransigencia, apunta, lleva al temor expresado por muchos de que el partido republicano se esté convirtiendo en un partido minoritario de gente mayor de raza blanca con más hombres que mujeres, agrega el Times. 

Artículo en inglés

Foto cortesía donkeyhotie via flickr