Con gases lacrimógenos y spray de pimienta las fuerzas de la ley en Albuquerque, Nuevo Mexico, respondieron a los manifestantes que frente al Centro de Convenciones protestaban la presencia de Donald Trump.
Según informa la Associated Press, los manifestantes tumbaron las vallas, cruzaron la línea de policía, quemaron camisetas del candidato republicano, tirando botellas de agua y otros artículos. Portaban pancartas y letreros con mensajes como “Trump es un fascista”, “Ya hemos escuchado suficiente”.
Adentro, el portaestandarte de los republicanos fue interrumpido en varias ocasiones por oponentes que habían ingresado al edificio.
Fue la primera visita de Trump al estado de Nuevo México, donde la gobernadora republicana Susana Martínez (quien es además la única gobernadora latina en EUA) ha criticado a Trump por sus comentarios sobre inmigrantes y sus planes de construir un muro en la frontera.
Trump aprovechó para criticar a la gobernadora, con estadísticas sobre la pobreza en Nuevo México. “Tenemos que hacer que esta gobernadora avance. Esta gobernadora debe mejorar, ?OK?”. Con su lenguaje habitual, dijo: “Hey tal vez yo debería presentarme como gobernador de Nuevo México. Arreglaría las cosas”.
La gobernadora ha dicho en una declaración desde su despacho que, “No permitirá que se le intimide para apoyar a un candidato que no va a respaldar hasta que esté 100 por ciento convencida de que este candidato va a pelear por las necesidades de los ciudadanos de Nuevo México, algo que no se escuchó hoy”.
