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El FBI detuvo la semana pasada a siete integrantes de un grupo paramilitar que presuntamente estaban planeando secuestrar a la gobernadora de Michigan.

Según informa Reuters, seis de ellos han sido procesados por terrorismo interno y cargos relacionados con la posesión ilegal de armas, mientras que un séptimo espera la extradición desde el estado de Carolina del Sur.

Los sindicados secuestrarían a la gobernadora y la llevarían al vecino estado de Wisconsin para juzgarla por el cargo de traición. Pensaban ejecutar el plan antes de las elecciones de noviembre de 2020.

La gobernadora de Michigan Gretchen Whitmer, una demócrata se ha enfrentado en varias ocasiones con el presidente Donald Trump sobre el curso a seguir para controlar la pandemia de salud pública COVID-19.

El FBI alega que los hombres entrenaron en manejo de armas y ejercicios de combate, indica un informe de Fox News.

Los fiscales sostienen que los hombres también intentaban dar seguimiento a los agentes del orden para intimidarlos. Además, buscaban incitar disturbios civiles — todo parte de un operativo para asaltar el Capitolio del Estado de Michigan, en Lansing, y tomar como rehenes a funcionarios del gobierno.

“Claramente, esto fue más que una conversación”, dijo el viernes la procuradora general de Michigan, Dana Nessel, en una entrevista con CBS News. “Por eso pensamos que era hora de actuar antes de que nadie perdiera la vida.

Pero no ha sido solo en Wisconsin.

El 10 de octubre, en Denver, Colorado, en una manifestación organizada por un grupo llamado “Patriot Rally”, fue ultimado uno de sus miembros por un guardia de seguridad. Los organizadores habían anunciado que venían preparados para la violencia.

Eso es lo que sucede en varias ciudades a lo largo y ancho de EUA, donde grupos paramilitares de la ultraderecha operan a plena luz del día — en muchos casos tolerados por las autoridades y también por algunos miembros del partido republicano.

Los medios los llaman “milicias”, lo cual les confiere un manto de legalidad constitucional. Pero estos grupos operan fuera de las instituciones del país y por lo tanto no encajan en las milicias que concibieron hace más de 200 años los autores de la constitución.

Algunos de estos grupos se han proclamado a favor del presidente Trump, quien, durante el debate contra Joe Biden ordenó a uno de ellos, los “Patriot Boys”, a mantenerse alerta.

También hay organizaciones paramilitares que consideran que todo el gobierno ha usurpado los derechos plasmados en la constitución. Existe una organización de afroamericanos que ha participado como defensa en las protestas contra la violencia policial.

La violencia de los grupos derechistas ha seguido un patrón muy similar. 1) La policía asesina a un ciudadano negro; 2) La comunidad se moviliza; 3) Siguen incendios y destrucción de propiedad. (Está documentado que grupos de derechistas han causado incendios, como el “hombre de la sombrilla” en Minneapolis el verano pasado). 3) Aparecen estas bandas para “restablecer” el orden.

En agosto un adolescente fue desde el estado de Illinois a Kenosha en Wisconsin en un auto conducido por su madre. Entró en medio de un disturbio, disparó un fusil de asalto y mató a dos manifestantes que protestaban la baleada por un policía contra un hombre negro de 29 años, Jacob Blake.

En septiembre, en Illinois un grupo de políticos republicanos dio una ovación a la madre del adolescente. Grupos republicanos están recaudando fondos para la defensa del joven asesino.

Según el FBI, estos grupos presentan el peor peligro de terrorismo doméstico en EUA. Mayor que la violencia por la izquierda — como el llamado Antifa que según el mismo director del FBI es una “manera de pensar” no una estructura.

Estos grupos funcionan por todo EUA. Cuando no desfilan con armas, se les puede ver en camionetas pickup con enormes banderas ondeando en la parte de atrás.

El presidente Trump, al constantemente acusar de que se está cometiendo fraude electoral y pedir a sus partidarios que vigilen los puestos de votación, en efecto está animando las actividades de estos grupos.

Cuando se niega a comprometerse a aceptar los resultados de la elección tiene el efecto de apagar con gasolina un incendio.

En caso de que la elección no tenga el resultado que ellos persiguen (la reelección del presidente Trump), podrían desatar la violencia. Lo han dicho y repetido en numerosas ocasiones.

Representan un peligro que no puede minimizarse.

Otra semana que pasó y solo faltan 23 días para la elección presidencial.

CFT, Director El Molino Online
Pennsylvania EUA
10/10/2020