campaña electoral
Portada de la revista The Economist

Lo más notable esta semana que pasó es que la filtración de materiales confidenciales de la campaña Clinton por parte de WikiLeaks ha sido relegada a tercer lugar, mientras que Donald Trump se roba los titulares.

Muestran estos emails cómo funcionan los círculos de poder. Sus comentarios podrían considerarse despectivos, como John Podesta (actual director de la campaña) hablando de “Latinos necesitados”. 

Otros podrían llamarse cínicos como el correo de Huma Abedin, prácticamente la mano derecha de Hillary Clinton, quien pregunta si pueden sobrevivir la elección sin una sola conferencia de prensa — no vaya a ser que le hagan preguntas embarazosas.

También muestran comunicaciones entre la campaña de Hillary Clinton y el Departamento de Justicia durante los mismos instantes en que se investigaba a Clinton por el escándalo de los correos.

En lo referente al comercio internacional, presentan un punto diferente de lo que Hillary Clinton ha articulado públicamente, y éste es un punto sensible ya que los llamados tratados de libre comercio han resultado en las pérdidas de miles de empleos en EUA.

También indican cómo el Comité Nacional Demócrata se inclinaba hacia Hillary Clinton, en vez de tener una actitud neutral, durante la campaña primaria. De hecho intentaron obtener por anticipado obtener las preguntas en uno de los muchos debates que tuvieron con Bernie Sanders.

Sobre la relación con los medios, los emails dice que la campaña identificó periodistas favorables a Clinton y se aseguró de que reportaran tal cual la campaña quería que reportaran. ¡Como un agencia de relaciones públicas!

No es de sorprender a nadie, ya que la campaña Clinton es, según informa POLITICO, la maquinaria electoral mejor financiada (es decir más poderosa) que jamás se ha visto en el planeta. Ni más ni menos.

La respuesta a WikiLeaks de la campaña Clinton ha sido contundente. Sin retractar, casi sin comentar el contenido de los emails, han denunciado a  WikiLeaks por hacerlos públicos, señalando que son parte de un complot de los rusos, que quieren influir en el resultado de la elección.

Desde la ultraderecha racista, misógena y xenófoba, Donald Trump y sus acólitos como Drudge, Daily Caller, Breitbart, FreeBeacon, Fox News y otros, han comenzado a usar los correos filtrados señalando que son prueba fidedigna de que sí hay una conspiración para robarle la presidencia al portaestandarte republicano.

Pero nada de lo que ellos digan tiene mucha resonancia — más allá de sus círculos.

La campaña Trump misma está intentando apagar múltiples fuegos sobre las acusaciones — ocho la última vez que contamos— de acoso y agresión sexual de Trump a mujeres a través de muchos años.

Trump lo niega todo, incluso diciendo que las mujeres que lo acusan no fueron suficientemente atractivas.

Barack Obama, quien tiene una bronca personal con el hombre del pelo color naranja ya que él fue quien mantuvo las acusaciones de que Obama no era ciudadano, se lo recordó a los republicanos en un discurso de la campaña. “Uds sabían muy bien quién es Donald Trump”.

En esto muchos en New York coinciden, se sabe ampliamente que Trump es racista, estafador, exagerador y abusador de mujeres. Solo basta con escucharlo en el radio con Howard Stern, la vulgaridad en persona.

(Nota interesante en el New York Times señala que ante el tsunami de mujeres que han comenzado a denunciar a Trump por abuso sexual, Hillary Clinton ha dicho demasiado poco: Temor de que la gente recuerde a su marido, Billl, quien no ha sido muy diferente a Donald Trump sobre el mismo asunto).

Como van las cosas, a tres semanas y días de la elección solo un milagro salva a Trump.

cusj0vwwyaanwusSus mítines son cada día más agresivos, casi delirantes. El bajo nivel, la vulgaridad, el tipo de comentarios — nada por el estilo se ha visto en este país.

En términos de resultados, se discute si Hillary arrastrará a su partido a dominar ambas cámaras del Congreso.

El senado muy probablemente; la cámara, hasta de pronto.

Y al día siguiente de la elección, cuando muchos con alivio dirán “no tendremos que verle más el peluquín a ese cabrón”, EUA y el mundo verán la maquinaria política que ocupa la Casa Blanca.

Recordamos que mientras todo lo anterior sucedía, en aguas de Yemen el USS Mason, un destructor de EUA, lanzaba misiles contra un bando de la guerra civil. Vivo recordatorio que cuando de intervención militar se trata, tanto Obama y Hillary Clinton caen del lado de los halcones.

Otra semana que pasó en EUA

Carlos F. Torres, Director El Molino Online

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY, 10/16/2016