NEW ORLEANS, EUA — De visita en casa de mi hija, estudiante de posgrado en esta histórica y diversa ciudad, pude apreciar el nivel de ira e indignación que sienten muchos jóvenes por el racismo asesino que sufre la sociedad estadounidense. 

Ira. Idignación. Compromiso.

Al regresar ayer de una protesta, armadas con impermeables por la Tormenta tropical Cristobal trae mucha agua, y con sus máscaras tapabocas, comentaron sobre la importancia de este evento. 

“George Floyd pudo ser mi hermano; o mi padre”, señaló una joven diseñadora gráfica. “Creo que es el Emmet Till de mi época”, dijo en referencia al linchamiento que ayudó a impulsar el movimiento pro derechos civiles. 

Ante la pregunta de si no es ésta otra ola de indignación que pronto desvanecerá, la joven de 22 años recién graduada de la universidad, dijo. “Creo que se combinan varios factores.

  • “CoronaVirus, que mostró que en EUA, la gente de color — negros, latinos, asiáticos — tiene menos acceso a la salud. Eso lo vemos en la desproporcional cifra de muertes entre nuestra gente. 
  • “La discriminación racista cierra puertas y oportunidades para un gran porcentaje de la población.
  • “El encierro de la cuarentena nos ha dado  mucho tiempo para pensar y para discutir. Con amigos, familia, en las redes sociales. 
  • “Trump. Un ser despreciado que divide en vez de unir, que no siente el dolor ajeno, que ha cometido una serie de errores que ha costado vidas. 
  • “Cada vez que nos acusan de extremismo, intentan reprimirnos, movilizan militares, más ira me produce y más ganas de pararlos.
  • “He cambiado. Al comenzar el año, más me preocupaba qué ponerme, cómo arreglarme el cabello. Hoy en día no puedo borrar las imágenes de George Floyd llamando a su mamá mientras tenía la rodilla de un policía racista sobre el cuello. 
  • “Sin la menor duda voy a votar en esta elección. Y apoyaré las candidaturas progresistas. Le tengo mucho cariño y admiración a Alexandria Ocasio-Cortés, la congresista de Queens, NY.

Como esta joven adulta hay millones de jóvenes en las calles de EUA. Los y las que pueden, salen a manifestarse. Otras y otros colaboran económicamente. Organizando. Educando. Usando la tecnología para trasmitir el mensaje. 

Sienten que EUA vive bajo el fascismo desde hace 3 años largos.  Y saben que la única posibilidad de vencerlo es en las calles. Movilizados.

Fuente de optimismo para los jóvenes — y para los viejos también — es el hecho que casi 80% de la población, blancos y negros y latinos, apoyen la lucha contra el racismo.

¡Ni un paso atrás!

Otra semana que pasó en EUA.

CFT Director,
El Molino Online
New Orleans, 6/7/2020