Frente a las cámaras mundiales, y ante un reducido grupo de periodistas seleccionados uno a uno por su equipo, el mejor golfista del mundo se confesó, lloró, pidió perdón y dijo que cambiaría su conducta, de la cual manifestó vergüenza.

Tiger Woods, tras pasar 45 días en rehabilitación sexual, a raíz del escándalo  que sacó sus trapitos al sol por semanas, dijo que volvería al mundo del golf, una vez superara lo que él llamó un “comportamiento deplorable”. Algunas frases entre arrepentimientos, lágrimas, suspiros y promesas de rehabilitación:

“Mucho que expiar”

“Fui infiel, tuve mujeres, hice trampas”.

“Por mi fama y dinero era fácil encontrarlas”.

“Estaba errado. Actué como un idiota”.

“Me dejé llevar por mis deseos”.

“Pensé que las normas de comportamiento no se aplicaban a mi”.

“Actué desvergonzadamente”.

El tigre regresará a su jaula en la clínica de rehabilitación donde seguirá su tratamiento.