Trump en Mt Rushmore

En un anfiteatro construido en predios sagrados de los indígenas Lakota Sioux, que les fue robado por el gobierno durante el siglo XIX y donde se construyó un enorme monumento de piedra, Donald Trump, cuya campaña por su reelección enfrenta serios problemas, pronunció un discurso en el que escasamente mencionó 130 mil muertos por Coronavirus, pero en vez denunció los intentos de reducir el control del nacionalismo blanco, al cual se refirió como ‘nuestra herencia’.

Dijo el presidente, según informó Anni Karnie en el New York Times

“Nuestra nación está siendo testigo de una campaña despiadada para borrar nuestra historia, difamar a nuestros héroes, borrar nuestros valores y adoctrinar a nuestros hijos”, dijo Trump, dirigiéndose a una multitud de seguidores que agitaban carteles, pocos de los cuales llevaban máscaras. “Turbas enfurecidas están tratando de derribar las estatuas de nuestros fundadores, desfigurar nuestros monumentos más sagrados y desatar una ola de crímenes violentos en nuestras ciudades

Además de que los tapabocas eran opcionales, según organizadores del evento, tampoco se observaron las normas de distanciamiento social. 

Grupos de indígenas y sus partidarios protestaron el evento por realizarse en predios sagrados para los Sioux Lakotas, en una zona que el gobierno les dió en 1869, para quitárselo diez años después, al descubrir oro.

El mismo monumento Mount Rushmore trae su propia controversia a raíz de las simpatías del escultor con el Ku Klux Klan. 

El cantante Neil Young, voz de las movilizaciones sociales y políticas en oposición a la guerra contra Vietnam se pronunció públicamente a favor de los Lakota y exigió que la campaña Trump 2020 suspenda el uso de su música en los eventos. 

Ese mismo día se anunciaron más de 53,000 nuevos casos de Coronavirus, entre ellos el de la novia del hijo mayor de Trump, Don Jr.

El presidente lucía cansado, se trabó con varias palabras, y cuando se apartó del teleprompters no hizo sentido.