Financiado por USAID aparentemente camuflado y secreto, denunciado como ingerencia estadounidense por unos (entre ellos el gobierno cubano) y como evidencia de que la inteligencia de EUA quiere usar el espacio digital para controlar el mundo, la difunta red social cubana Zunzuneo ha estado en los titulares por más de una semana.
La junta editorial de Bloomberg, la publicación que se especializa en los movimientos de los poderosos en el mundo de los negocios, se ha pronunciado en un editorial a favor del esfuerzo. Sin rodeos. Ni excusas. Fue exitoso, dicen, y lamentan que haya cerrado.
Traducimos el editorial publicado bajo el título, “Freeing Cuba one Tweet at a Time”.
Rara vez cierra un programa del gobierno por ser demasiado exitoso. Sin embargo, eso es esencialmente lo que le sucedió a una iniciativa de EUA de crear una versión cubana de Twitter.
De 2009 a 2012, la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) financió y desarrolló — a través de contratistas, compañías de fachada y cuentas en el extranjero — un servicio de mensajes por texto de teléfonos móviles para compartir noticias e intercambiar opiniones que atrajeron a más de 40,000 cubanos, según informa la Associated Press. Sin embargo, a medida que el servicio ganó popularidad, los funcionarios estadounidenses se dieron cuenta de que la única manera de mantener en secreto sus orígenes yanquis fue presentándolo como una compañía independiente, un esfuerzo que fracasó cuando no pudieron encontrar ninguna forma de generar ingresos suficientes o reclutar nueva administración privada.
Algunos comentaristas le están dando un giro para pintarlo como un alarmante caso de un operación encubierta de EUA fuera de control. El programa ha socavado la integridad de la USAID, dicen, y refuerza la reputación del gobierno de EUA como un obsesivo con la vigilancia. También demuestra que, cuando se trata de Cuba, EUA todavía tiene una mentalidad de la Guerra Fría.
Estos puntos pueden ser válidos para usar por Twitter, pero no resisten un examen más exhaustivo. En primer lugar, no se trataba de un programa súper espeluznante. No son muchas las “operaciones encubiertas” revisadas por la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO): Como se señaló el año pasado, los esfuerzos de EUA para promover la democracia en Cuba “han incluido un mayor enfoque en la tecnología de la información, sobre todo en el apoyo a los blogueros independientes y el desarrollo de plataformas de redes sociales”. La GAO no encontró nada ilegal sobre el programa.
Promover la democracia y los derechos humanos corresponde completamente a la misión de la USAID — puede verse justo ahí en su sitio web , en una página titulada “Democracy, Human Rights and Governance Strategy“. La idea de que USAID es una especie de virgen vestal dispensando trigo excedente y bombas para pozos ignora las letras “U.S.” que preceden AID.
Nada de esto quiere decir que los programas de ayuda humanitaria deben ser utilizados como cobertura para los programas de inteligencia. Lo que la Agencia Central de Inteligencia hizo en Pakistán — utilizar un programa de vacunación para tratar de localizar a Osama bin Laden — fue escandaloso y mal hecho. Pero los programas de ayuda a la democracia de USAID están diseñados para fortalecer la capacidad de los ciudadanos para resistir pacíficamente y socavar a los gobiernos autoritarios y abusivos. En Cuba — que tiene un servicio de inteligencia agresivo que de hecho infiltró un agente dentro de USAID — es necesaria cierta cantidad de subterfugio para que estos programas sean eficaces y para proteger a sus beneficiarios.
La mayor debilidad del programa de la USAID en Cuba fue que la agencia no estaba preparado para su éxito. Cuando la plataforma de mensajería comenzó a crecer fuera de un control fácil, la preocupación de la agencia acerca de su divulgación y costos llevaron a su cierre. Tal vez la agencia debería haber puesto algunos de esos abogados del gobierno a trabajar creando una estructura menos ad hoc, que hubiera proporcionado un apoyo financiero estable, manteniendo una separación formal más distante con el gobierno de EUA.
Sí, la Guerra Fría ha terminado, y el embargo a Cuba debió haber finalizado hace mucho tiempo. Pero los cubanos no son socialistas suaves. Y hay una especie de guerra fría 2.0 — entre las naciones democráticas y un grupo cada vez mayor de estados represivos que se extiende desde Rusia a Egipto y de allí a América Latina. Estos países utilizarán cualquier medio digital necesario para reprimir la libre expresión. El llamado plan de “Twitter cubano” de la USAID no fue perfecto en ningún modo, pero el argumento de que este tipo de programas son innecesarios es el equivalente de traer papel y lápiz a una guerra de mensajes electrónicos.