Publicado en inglés el 6 de enero 2014 en la revista The Nation bajo el título “US Must Work With Iran to Stabilize Both Iraq and Syria“. Traducido con autorización especial. Por Bob Dreyfuss.
Fue en 1977 cuando el presidente Jimmy Carter pronunció el ahora desacreditado brindis ante el tambaleante Sha de Irán que su país era una “isla de estabilidad”. Tal vez se anticipó por solo unas cuantas décadas. Hoy en día, incluso una mirada superficial a la región desde el norte de África a Afganistán revela que Irán, ahora liderado por un nuevo presidente que está intentando lograr un acuerdo con EUA y Occidente, es en realidad una isla de estabilidad, sobre todo si se compara con el caos en Libia, una profunda crisis en Egipto, las guerras civiles y violencia en Siria, Irak y el Líbano, y un Afganistán que puede muy bien deshacerse una vez que salga EUA.

Es precisamente por esto que es tan importante que tengan éxito las conversaciones entre EUA e Irán. Irán puede desempeñar un importante papel estabilizador en Afganistán, Irak, Siria y Líbano. De hecho, de acuerdo con la Associated Press, Teherán ha ofrecido discretamente ayudar al primer ministro iraquí Maliki en la batalla de Irak en contra de Al Qaeda, que está intentando apoderarse y controlar el territorio de la provincia de Anbar y ha capturado una parte significativa de Ramadi y Falluja, dos importantes ciudades de Anbar. Según el informe, el subjefe de estado mayor de Irán se ha ofrecido a suministrar a Irak con “equipo militar y asesores”, pero dijo que Irán no suministrará a Irak tropas iraníes. Irónicamente, los comentarios del general llegaron justo cuando el secretario de Estado, John Kerry, en una larga gira por el Medio Oriente, dijo casi exactamente lo mismo, precisamente que EUA suministraría a Irak armas, asistencia militar y otro tipo de ayuda, pero tropas no. Dijo Kerry:
“Esta es una lucha que corresponde a los iraquíes. Obviamente no estamos contemplando regresar. No estamos contemplando poner botas allí. Esta lucha es de ello, pero vamos a ayudarles”.
Maliki, y el gobierno chiíta de Irak, están alineados estrechamente con Irán y EUA, y lo han estado desde el 2003, cuando el gobierno de George W. Bush derrocó a Saddam Hussein y colocó en el poder a un grupo de militantes chiítas y radicales que habían vivido en Irán y que tenían lazos muy cercanos con los líderes de la República Islámica de Irán. Así que no es sorprendente que EUA se encuentra del mismo lado de Irán en lo que respecta a la guerra de Irak en contra de Al Qaeda.
Es hora de que EUA aplique la misma lógica a la guerra en Siria. Se supone, aunque no se ha confirmado, que habrá una conferencia de paz de algún tipo en Ginebra el 22 de enero, que reunirá tanto a representantes del gobierno del presidente Bashar al-Assad como de algunos de los rebeldes que luchan contra Assad. Este fin de semana Kerry dijo por primera vez que está abierto a la idea de que Irán se una a las conversaciones. Eso es fundamental, ya que Irán tiene un interés vital en aplastar a Al Qaeda en Siria, igual que Irak, y significa que tácticamente, si no estratégicamente, EUA e Irán podrían finalmente estar del mismo lado, en Irak y en Siria.
Desde que el presidente Obama torpemente pidió a Assad que renunciara, comentario que en 2011 ayudó a desencadenar la guerra civil que ha desgarrado a Siria, la rebelión contra Assad la han encabezado cada vez más por los islamistas radicales, desde el Estado Islámico que controla Al Qaeda en Irak y Siria (ISIS ) hasta el Frente Nusra que está vinculado a Al Qaeda, a varias otras coaliciones islamistas. Cada vez más se torna más evidente que EUA está reconsiderando su apoyo a los rebeldes sirios y puede llegar a darse cuenta de que tendrá que reconciliarse con Assad. (¿Y por qué no? EUA trabajó bastante bien con Bashar al- Assad, y su padre, Hafez al- Assad, desde finales de la década de 1960). Ryan Crocker, el veterano diplomático y ex embajador en Irak , ha expresado la opinión — indeseable en muchos círculos de Washington, pero sin duda precisa — de que es el momento de trabajar con Assad. Escribió recientemente en The New York Times, en un artículo titulado “Assad la opción menos peor”, que “es el momento de considerar el futuro de Siria sin el derrocamiento de Assad , porque es abrumadoramente probable que así va a ser el futuro “. Y agregó:
La atrevida declaración del presidente Obama en el 2011 de que Assad debía irse violó un principio fundamental de las relaciones exteriores: si se articula una política, es mejor asegurarse de que se poseen los medios para implementarla. En Siria, claramente no los tuvimos …. Así que precisamos llegar a un acuerdo sobre un futuro que incluye Assad — y considerar que así como es de malo, hay algo peor. Un buen lugar para comenzar es Ginebra el próximo mes con una participación discreta con funcionarios sirios.
Es un consejo inteligente. Esperemos que el comentario de Kerry en el sentido que es hora de que Irán se une a las conversaciones de Ginebra significa que EUA pronto podría estar en el mismo lado de Irán en Irak y Siria.