brownsville_tx_rtrPublicado en inglés el 19 de junio 2014 en la revista The Nation bajo el título “This Is What an Overcrowded Holding Center for Migrant Children Looks Like”. Traducido con autorización especial. Por Steven Hsieh.

Bajo la presión creciente por parte de legisladores y los grupos pro derechos de inmigrantes, el miércoles pasado funcionarios de la Patrulla Fronteriza (CPB por sus siglas en inglés) permitieron a la prensa visitar dos centros de procesamiento donde se encuentran detenidos cientos de jóvenes migrantes que han llegado a EUA sin acompañantes.

Unos 900 niños están alojados en una antigua bodega en Nogales, Arizona, que fue equipada recientemente para manejar el aumento sin precedentes de niños migrantes, en su mayoría de Centroamérica, que han cruzado la frontera EUA-México.

Otro centro, en Brownsville, Texas, alberga alrededor de 500 niños, el doble de su capacidad prevista. El diario Los Angeles Times describió las condiciones allí como “hacinamiento y falta de higiene”. La CPB está obligada por ley a entregar a los hijos de migrantes al Departamento de Salud y Servicios Humanos en un plazo de setenta y dos horas siguientes al momento en que los ha detenido. Los funcionarios de las instalaciones de Nogales y Brownsville, dijeron a la prensa que están esforzándose por cumplir con este requisito.

A principios de este mes, la Casa Blanca solicitó US$2 mil millones para abordar el aumento de los jóvenes migrantes, que el presidente Obama ha declarado una “situación humanitaria urgente”. El departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de EUA informa que alrededor de 47,000 niños no acompañados han cruzado la frontera desde el 1 de octubre 2013 , casi el doble de la cantidad del año pasado. La mayoría de los niños y niñas migrantes llegaron de países de América Central, en busca de refugio ante el espiral de violencia o con la esperanza de volver a conectar con familiares que se encuentran en EUA.

Funcionarios del CBP organizaron visitas altamente controladas de las instalaciones de Brownsville y Nogales, en las que se probibió a los visitantes traer teléfonos celulares y grabadoras de sonido, o hablar con cualquiera de los niños. Sólo dos fotógrafos, uno para cada instalación, obtuvieron permiso para llevar una cámara. Abajo encontrará algunas de sus fotos.

Artículo en inglés

Fotos: AP Photo/Ross D. Franklin, Pool, via The Nation.com

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