Paz en ColombiaEstá por suceder lo que muchos escépticos dudaron desde el vamos. Según noticias de última hora, en la noche de este miércoles 24 de agosto, las partes anunciarán que Todo Está Acordado.

Ahora sí.

Reflexiones de Juan Manuel UrrutiaLa noticia no tiene lado malo.

Ahora el presidente enviará la solicitud para que se convoque el plebiscito y los acuerdos serán públicos.

Finalmente, los colombianos podremos saber qué fue lo que se acordó y decidir si eso nos gusta o no.

Basta de especulaciones, de mentiras descaradas, de verdades a medias y de interpretaciones sesgadas.

Lo acordado, acordado está. Firmado el acuerdo, si los colombianos lo refrendamos, se iniciará el proceso de desmovilización y entrega de las armas de las FARC y Colombia podrá comenzar a construir una paz estable y duradera.

A los que no les gusta el acuerdo podrán explicar por qué no les gusta. Si usan falsos argumentos o sofismas, quedarán expuestos. Si tienen razón, pues que gane el NO y asumiremos las consecuencias.

Los defensores de la Paz a ultranza, a cualquier costo, ya no podrán, ante cualquier cuestionamiento o crítica, sacar del sombrero, como mago barato de fiesta infantil, una paloma toda despelucada. Tendrán que defender los acuerdos con argumentos.

Y Colombia decidirá no entre la guerra y la paz sino sobre unos acuerdos concretos específicos y conocidos.

He sido crítico de muchos aspectos del gobierno de Juan Manuel Santos. No es el momento de hacer el memorial de agravios, entre otras porque esta columna no es ilimitada. Sin embargo, no podemos caer en la trampa del taxista de Bucaramanga que en una entrevista dijo que votaría por el NO en el plebiscito “porque Uber nos tiene jodidos”.

El plebiscito no debe ser sobre la gestión del presidente sino sobre los acuerdos.

La mayoría de los lectores del requesón pertenecen a la clase dirigente, influyen a otras personas con sus comentarios, sus opiniones, sus tweets y sus publicaciones en Facebook. A todos y a todas los quiero invitar a que estemos a la altura de las circunstancias. Estudiemos los acuerdos y alejémonos de las pasiones y de los extremos. Utilicemos los conocimientos y la capacidad de análisis que nuestra privilegiada situación nos dan, para emitir opiniones concretas y presentar argumentos válidos. Sobre todo, no nos quedemos en la orilla viendo pasar la historia de Colombia frente a nuestras narices.

Nunca estuve de acuerdo con la reducción del umbral. Colombia necesita estar por encima de las componendas de los políticos. Ideal que la participación en el plebiscito sea masiva para que el ganador, el SI o el NO, tenga toda la legitimidad.

¡A votar a consciencia pues!

Imagen cortesía Presidencia Colombia