Un año desde que Trump ganóSe cumple esta semana el primer aniversario de la elección de Donald Trump a la presidencia de EUA, resultado totalmente inesperado que en su momento puso patas arriba la continuidad en el mundo y casi desde el primer instante desencadenó un tsunami de errores, fracasos, escándalos, que han generado mayor inestabilidad e incertidumbre en un planeta que de por sí ya enfrentaba serios desafíos.

En cuanto a política interna, la nueva administración ha atacados los derechos civiles, perseguido a los inmigrantes, retirado protecciones al medio ambiente, socavado prestaciones sociales, favorecido a los grupos de ultraderecha racistas y supremacistas blancos, y debilitado los derechos constitucionales como la libertad de expresión. Todo ello con un tono ácido, alevoso, insultante y sin ninguna pretensión de respeto.

A nivel internacional, sus promesas como candidato de poner fin al estado de guerra perpetua no ha materializado.

Es indudable que las posiciones del llamado Estado Islámico o ISIS –agrupaciones de fanáticos musulmanes terroristas — han sido golpeadas muy fuertemente, obligándolos a replegarse y cambiar de tácticas.

Pero en otras áreas de conflicto, sus lineamientos han dado rienda libre a los militares a continuar intervenciones en el extranjero, como en Afganistán. Y en Yemén, a favor de Arabia Saudí.

Además, la muerte en Níger cuatro soldados estaodunidenses caídos en una emboscada mientras patrullaban con un destacamento de soldados locales en circunstancias hasta el momento sin aclararse, ha sacado a relucir el hecho de que 10,000 soldados de EUA se encuentran en Africa.

El Congreso está investigando.

Las promesas de reactivación económica han visto algunos avances. Aunque los salarios siguen estancados. La bolsa del Dow Jones ha batido nuevos récords, pero ello solo beneficia al porcentaje del país (52%) que tiene acciones en la bolsa.

Sus promesas de deportaciones de indocumentados se han cumplido parcialmente — no en números absolutos (porque bajo Obama tuvieron lugar casi 4 millones de deportaciones) sino por las cantidades de personas que las autoridades recogen en las redadas, igual que el tono agresivo y anti inmigrante. El temor ha aumentado en las comunidades de inmigrantes.

En términos legislativos, el presidente no tiene nada que mostrar, tras haber fallado dos veces en sus intentos por derogar la ley de salud asequible, una promesa de su campaña, que fue rechazada en el Senado controlado por el partido del presidente. Está discutiéndose un cambio al sistema tributario del país. Pero todavía no está claro si florecerá.

El pregonado muro, no se ha construido. Algunas compañías que persiguen el billonario contrato han creado prototipos, pero no se ha asegurado el financiamiento con lo cual sigue sin iniciarse esta muralla china moderna.

El presidente también ha perdido por lo menos ocho personas que llegaron con él a la Casa Blanca, y quedan muchos cargos sin llenarse.

Más alarmante aún es que desde marzo se viene intensificando una investigación criminal que ya ha resultado en la formulación de cargos criminales contra tres personas cercanas a la presidencia, uno de los cuales viene colaborando con los investigadores. Ello promete mayores complicaciones para la administración.

Annie Karni y Eliana Johnson escriben en POLITICO,

Trump ha disfrutado sus peleas y ha mantenido sus rencores; sigue vilipendiando a Clinton y defendiendo su propia legitimidad en medio de la expansión de las investigaciones sobre Rusia; ha agitado las tensiones raciales al medir el éxito de su presidencia por la solidez de su base; y se ha interesado más en atacar asuntos culturales que asuntos de política que preocupan a los líderes republicanos en el Congreso.

La conmoción también ha significado que los primeros seis meses de su mandato se vieron obstaculizados por las luchas intestinas entre una banda de funcionarios contratados por primera vez para la Casa Blanca en base a su lealtad en vez del mérito.

Las promesas de campaña de un proyecto bipartidista de billones de dólares invertidos para reconstruir la infraestructura no han cuajado. […]

Trump, sin embargo, ha provocado una transformación asombrosa de su partido, y de la política estadounidense, durante el último año.

Su elección marcó el final del movimiento conservador que controlaba el Partido Republicano desde la campaña de Barry Goldwater en 1964 y el surgimiento de un movimiento populista nacionalista que, por el momento, se caracteriza por facciones enfrentadas con diferentes puntos de vista sobre el propio Trump y en cuestiones de inmigración, comercio y elitismo que ha planteado.

Y el presidente sigue obsesionado con Hillary Clinton, su rival de hace un año, quien luego de su sorpresiva derrota ha escrito un libro el cual ha promovido a través del país. Más recientemente, y a medida que intensifica la investigación sobre Rusia, Trump sigue sacando a relucir abusos que achaca a la candidata que cada día forma parte de un pasado irrelevante para muchos en el país.

¿Sería ésto lo que Trump esperaba hace un año cuando supo que sería el hombre más poderoso del planeta?

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
Milford, PA, 10/5/2017