ap_16295022266552_custom-43dd83cca667be29d41751a2db11a1d8eb69fa7e-s1600-c85
Foto AP via NPR

Para muchos estadounidenses, y el resto del planeta que asqueado nos observa, es causa de optimismo parcial el hecho de solo falten 15 días para que finalice esta infame elección, que lleva ya más de 18 meses y en la que si paran los insultos es sencillamente porque los candidatos ya no saben qué más decirse.

Para fines de la semana que vio el tercer debate, en el que nuevamente Hillary Clinton salió mejor librada, se vivían en el país dos realidades electorales paralelas, con dos filtraciones de materiales con entregas casi diarias: WikiLeaks, contra Clinton, y las acusaciones de abuso sexual contra Donald Trump.

Bajo cirncustancias normales, lo de WikiLeaks podría causar enorme daño a Clinton, ya que documentan trato preferencial y reciprocidad con ciertos periodistas; confirman la existencia de Puertas giratorias entre el gobierno y la mastodóntica fundación Clinton; nombran a los milmillonarios que financian la campaña; amplían sobre la conocida relación entre Clinton y Wall Street, entre otros.

En fin, dan un vistazo a exclusivos circulos de poder, a los cuáles ni Ud ni este bloguero jamás tendrán acceso. Podrían haber causado enorme daño a Hillary. Pero no lo han logrado — y probablemente nunca lo logren.

Porque mucho se podrá de Clinton y su equipo menos que son brutos.

De hecho, son sumamente hábiles: Han logrado posicionar las filtraciones de WikiLeaks como obra de los rusos. Han dicho y, como se exige en la política para que pegue un mensaje, repetido numerosas veces que forman parte de un intento por parte de Vladimir Putin de intervenir en la elección a favor de Trump.

Porque, sostienen, Putin puede manipular a Trump — es más Hillary le ha llamado un pelele del lider ruso.

Evoca memorias de la Guerra Fría, grabadas en la conciencia colectiva de EUA, que bastan para que el prensunto mensajero ofusque el mensaje. Hábil. Demasiado hábil.

Trump, por su parte ha sufrido un serie de reveces que se manifiestan en una seria caída, quizás irreversible, en las encuestas. En el debate del miércoles, pasados 20 minutos, perdió la coherencia casi totalmente. Se negó a aceptar que aceptaría el resultado de la elección; y llamó a su adversaria “Qué mujer tan desagradable”.

Al día siguiente, en el tradicional banquete de Al Smith, donde por décadas se han reunido los presidenciales candidatos de los principales partidos y pronunciado algunas palabras en broma, Trump se excedió en sus críticas a Clinton.

El sábado 22 de octubre, en lo que presentó como un importante discurso en el cual expondría su programa durante los primeros 100 día de su presidencia, amenazó que entablaría contra cada una de las 11 mujeres que le ha acusado de agresión agresión sexual.

Mientras que los medios tradicionales dan a Hillary Clinton probabilidades superiores al 90%, los portales de la ultraderecha, conocida como “alt.right”, siguen hablando de Trump como si fuera a ganar. screen-shot-2016-10-23-at-9-34-04-amAhora se discute la probabilidad de que Trump pierda en baluartes republicanos como los estados de Georgia, Arizona y tal vez Texas.

Igualmente se habla de que los republicanos pierdan el Senado y cedan algunos escaños en la Cámara de Representantes.

Es bastante probable, a menos que tenga lugar un cataclismo, que Trump perderá.

Pero el daño ya está hecho por años: Han sido legitimizados el racismo, machismo, la xenofobia.

Si un candidato puede hablar de cómo agarrar a las mujeres, si puede llamar violadores a los mexicanos, prometer una fuerza de deportaciones para reliazar redadas que expulsen a 11 millones de personas, si puede hablar abiertamente de torturar sospechosos — y un partido politico acepta este discurso como legítimo, el país ha regresado a la época de las cavernas.

Así no gane la elección, pierde la ciudadanía.

Esta semana también vimos más arrestos en Dakota del Norte contra los partidarios de que se ponga fin al oleoducto, milmillonario proyecto que trae el potencial de causar serios daños al medio ambiente en terrenos de la nación indígena Sioux.

Y EUA sufrió un serio ataque cibernético en el que los causantes lograron secuestrar dispositivos domésticos — como monitores de cunas o cámaras — que tienen acceso a internet y los usaron como armas en una ofensiva de Denegación de Servicio a varios sitios.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres, Director El Molino Online

 

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY 10/23/2016