GeopoliticalPublicado en inglés el 3 de enero del 2013 por Stratfor Global Intelligence bajo el título Europe in 2013: A Year of Decisión. Traducido con autorización especial. Por George Friedman, Fundador y Ejecutivo en jefeEl fin de año siempre plantea interrogantes acerca de cuál podrá ser el problema más importante del año que viene. Es una pregunta simple, ya que cada año suceden muchas cosas y para cada uno de nosotros una diferente podría ser importante. Sin embargo, todavía vale la pena considerar cuál tema único podría causar que el mundo cambie de rumbo. A mi juicio, el lugar más importante para observar en el 2013 es Europa.

Tomado como una entidad geográfica única, Europa tiene la mayor economía del mundo. En caso de que decida hacerlo, podría convertirse en un rival militar para EUA. Europa es uno de los pilares del sistema global, y qué pasa en Europa va a definir la forma en que funciona el mundo. Sostengo que en el 2013 vamos a empezar a tener claridad sobre el futuro de Europa.

The question is whether the European Union will stabilize itself, stop its fragmentation and begin preparing for more integration and expansion. Alternatively, the tensions could intensify within the European Union, the institutions could further lose legitimacy and its component states could increase the pace with which they pursue their own policies, both domestic and foreign.

La pregunta es si la Unión Europea se estabiliza, detiene su fragmentación y comienza a prepararse para una mayor integración y expansión. Alternativamente, las tensiones podrían intensificar en la Unión Europea, las instituciones podrían perder aún mayor legitimidad y sus estados componentes podría, aumentar el ritmo con el que cursen sus propias políticas, tanto nacionales como extranjeros.

El asediado proyecto europeo

Han pasado más de cuatro años desde la crisis de 2008 y cerca de dos años desde que los problemas generados por 2008 generaron una crisis de deuda soberana y una crisis bancaria en Europa. Desde entonces, la crisis ha pasado de ser una crisis financiera a una crisis económica, con una Europa que se mueve hacia la recesión y el desempleo en todo el continente elevándose por encima del 10%.. Más importante aún, ha sido un período en el que el aparato de oma de decisiones creado en la fundación de la Unión Europea ha sido incapaz de crear soluciones políticas que sean a la vez ampliamente aceptadas y capaces de ser implementada. Los países de la UE se han enfrentado entre sí menos como miembros de una sola entidad política que como estados-nación individuales que persiguen sus propios intereses nacionales en lo que se ha convertido en algo así como un juego de suma cero, donde el éxito de uno tiene que ser a costa del otro.

La primera dimensión se ha centrado en que los países deben asumir la carga financiera de la estabilización de la zona euro. Los países económicamente más saludables querían que los países más débiles soportaran la carga a través de la austeridad. Los países más débiles querían que los países más fuertes para soportaran la carga a través de préstamos continuos no obstante el creciente riesgo de que los préstamos no serán reembolsados en su totalidad. El resultado ha sido constantes intentos de llegar a un acuerdo que no han logrado cuajar. La segunda dimensión ha sido las clases sociales. ¿Debería imponerse la carga a las clases medias y bajas mediante la reducción de los gastos públicos que los benefician? ¿O por las élites a través de aumento de los impuestos y la regulación?

Al hablar con los europeos que apoyan la idea de que Europa se encuentra en el proceso de resolución de sus problemas, la pregunta es: ¿Qué problemas están en proceso de resolver? ¿El problema de los bancos? ¿El problema del desempleo? ¿O el problema de la incapacidad de los países para encontrar soluciones comunes? Más al punto, los funcionarios europeos han estado trabajando en este problema desde hace años, y son ellos algunos de los mejores y más brillantes del mundo. Su incapacidad para diseñar una solución no radica en la falta de buenas ideas o la necesidad de pensar más en el problema. Tiene sus raíces en el hecho de que no existe un acuerdo político sobre quién va a pagar el precio geográfica y socialmente. Las tensiones nacionales y las tensiones de clase han impedido la elaboración de una solución que pueda ser a la vez aceptada y respetada.

Si los europeos no generan ese tipo de solución en 2013, será el momento de dudar seriamente si es posible encontrar dicha solución, por lo cual es momento de pensar en el futuro de Europa sin la Unión Europea o con una muy debilitada. Sin embargo, si Europa hace surgir un plan que cuenta con el apoyo general y tiene impulso detrás de él, entonces podríamos decir que Europa está empezando a salir de su crisis, y que, a su vez, sería el acontecimiento más importante en el año 2013 .

En este punto, una persona razonable podría argumentar que estoy haciendo caso omiso de EUA, que tiene problemas económicos diferentes, pero igualmente importante y también es incapaz de generar consenso sobre la forma de resolverlos, como hemos visto durante el reciente asunto del “abismo fiscal”, que tienen muchas iteraciones más. Sin embargo, por válida que sea la comparación en el ámbito financiero, no es igualmente en el plano político. EUA no enfrenta la disolución de la república si sigue políticas contradictorias. Los Estados Unidos tiene más de dos siglos de antigüedad y ha superado problemas mucho peores, como la Guerra Civil y la Gran Depresión. La Unión Europea tiene solo 20 años de edad en su forma actual, y ésta es su primera crisis importante. Las consecuencias del mal manejo del sistema financiero de EUA son sustanciales, por no decir más. Pero a diferencia de Europa, las consecuencias no son una amenaza existencial inmediata.

El otro costo de la crisis

La dimensión política se ha convertido en la más importante, no la financiera. Es muy posible que la Unión Europea esté en proceso de hacer frente a sus problemas bancarios y podría evitar otros problemas de deuda soberana, pero el precio que ha pagado es a la vez una recesión y, mucho más grave, el desempleo a una tasa superior a la de EUA en general, y enormemente mayor en algunos de los países.

Podemos dividir la Unión Europea en tres categorías midiéndola contra el desempleo en EUA, que se sitúa en un 7.7%. Hay cinco países de la UE muy por debajo de esa tasa (Austria, Luxemburgo, Alemania, Países Bajos y Malta). Hay siete países con tasas de desempleo alrededor de la tasa de EUA. (Rumania, República Checa, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, el Reino Unido y Suecia). Los otros 15 países están por encima de los niveles de desempleo de EUA, 11 tienen tasas de desempleo entre el 10 y el 17 por ciento, incluyendo a Francia en un 10.7%, Italia en un 11.1%, 14.7% en Irlanda y Portugal en el 16.3%. Los otros dos son asombrosamente elevados – Grecia en el 25.4% por ciento y España en el 26.2 %. Estos niveles están cerca de la tasa de desempleo en los Estados Unidos durante la época de la Gran Depresión.

Para los países industrializados avanzados — de hecho algunos de los más poderosos de Europa — estas son cifras impresionantes. Es importante tener en cuenta lo que estos números significan socialmente. Tenga en cuenta que la tasa de desempleo sube para los trabajadores más jóvenes. En Italia, Portugal, España y Grecia, más de un tercio de los trabajadores menores de 25 años se han reportado como desempleados. Se necesitará una generación para bajar a un nivel aceptable la tasa de desempleo en España y Grecia. Incluso para los países que se mantienen en alrededor de 10 por ciento durante un período prolongado, la cantidad de tiempo será sustancial, y Europa se encuentra todavía en una recesión.

Considere el caso de que alguien desempleado de unos 20 años de edad, tal vez con un título universitario. Los números significan que hay una excelente posibilidad de que dicho individuo jamás tendrá la oportunidad de seguir su carrera elegida y muy posiblemente nunca conseguirá un trabajo al nivel social que anticipaba. En España y Grecia, los jóvenes — y también las personas mayores — se enfrentan a una catástrofe personal. En los demás, el porcentaje que enfrenta a una catástrofe personal es menor, pero sigue siendo muy real. Asimismo, recuerde que el desempleo no afecta a una sola persona. Afecta a la familia más cercana, padres y posiblemente otros familiares. El efecto no es sólo financiero, sino también psicológico. Crea una sombra, una sensación de fracaso y miedo.

También crea jóvenes sin raíces llenos de energía y rabia. El desempleo es la raíz de los movimientos anti-estatales de la izquierda y la derecha. Los desempleados a largo plazo y sin esperanza tienen poco que perder y creen tener algo que ganar al desestabilizar el Estado. Es difícil cuantificar el nivel de desempleo que engendra este tipo de inquietud, pero no hay duda de que España y Grecia se encuentran en esa zona y que otros podrían llegar.

Es interesante que mientras que Grecia ya ha desarrollado un movimiento radical de derecha de cierto tamaño, el sistema político de España, mientras sufre tensiones entre el centro y las regiones autónomas, se mantiene relativamente estable. Yo diría que esa estabilidad se basa en la creencia de que habrá alguna solución a la situación de desempleo. Su magnitud absoluta no ha sido comprendida todavía como tampoco el hecho de que este tipo de problema del desempleo no se corrige rápidamente. Es profundamente estructural. La tasa de desempleo en EUA durante la Gran Depresión fue mitigado hasta cierto punto por el New Deal, pero exigió la reestructuración de la Segunda Guerra Mundial para realmente darle frente.

Es por esta razón que el 2013 es un año crucial para Europa. Se ha ido muy lejos para resolver la crisis bancaria y posponer una crisis de deuda soberana. Para ello, ha causado un grave debilitamiento de la economía y ha creado el desempleo masivo en algunos países. La distribución desigual de los costos, tanto a nivel nacional como social, es la amenaza que afronta la Unión Europea. No es simplemente una cuestión de naciones que tiran en direcciones diferentes, pero de movimientos políticos emergentes, en particular de los sectores de la sociedad más afectados económicamente, que serán a la vez nacionalista y desconfiados de sus propias élites. ¿Qué otra cosa puede suceder en aquellos países que están sufriendo catástrofes sociales? Incluso si el desastre se mitiga en cierta medida por la economía sumergida y la emigración reducir el desempleo, los números van desde el dolor a la miseria en 14 de las economías europeas.

La encrucijada europea

La Unión Europea ha estado tan centrada en la crisis financiera que no está claro para mí que la realidad del desempleo ha alcanzado los funcionarios y los burócratas europeos, en parte debido a una creciente división en la visión del mundo de las elites europeas y aquellos cuya experiencia de Europa se ha vuelto amarga. Parcialmente, ello es causado por la geografía. Los países con bajo nivel de desempleo tienden a estar en el norte de Europa, que es el corazón de la Unión Europea, mientras aquellos con desempleo catastróficamente elevado se encuentran en la periferia. Es fácil pasar por alto las cosas desde muy lejos.

Pero el 2013 es el año en que la definición del problema europeo debe ir más allá de la crisis financiera a las consecuencias sociales de la crisis. El progreso, si no la solución, debe llegar a ser visible. Es difícil ver cómo un estancamiento permanente y el desempleo en los niveles actuales puede durar un año más sin que empiece a generar oposición política significativa que creará gobiernos, o forzar a los gobiernos existentes, a desgarrar el tejido de Europa.

La tela no tiene la edad suficiente, el desgaste suficiente ni tampoco la fuerza con que logre hacer frente a los desafíos. A la gente no se le está pidiendo que muera en un campo de batalla por la Unión Europea, sino que viva una vida de miseria y decepción. En muchos sentidos, esto es más difícil que ser valiente. Y puesto que la promesa fundamental de la Unión Europea fue la prosperidad, al no cumplir con dicha prosperidad –trayendo en vez la pobreza distribuída de manera desigual – no es sostenible. Si Europa está en crisis, la mayor economía del mundo está en crisis, tanto política como financiera. Y esto es tal vez lo que importa al mundo más que cualquier otra cosa.

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