Donald_Trump_FascistaEn estas páginas hemos dicho en repetidas ocasiones que Donald Trump es un fascista que busca lograr la presidencia de EUA en base a un discurso de odio contra grupos étnicos. Ayer subio el tono del discurso fascista de Donald Trump.

Como respuesta al atentado por dos extremistas musulmanes que mató a 14 personas y dejó múltiples heridos en San Bernardino, California, Trump ha pedido que se cierren las puertas de EUA a todos los musulmanes.

“Tenemos que establecer de dónde y por qué surge tanto odio. Hasta que no logremos determinarlo y comprender el problema que causa, nuestro país no puede ser la víctimas de horribles ataques por gente que solo cree en el Yihad, y no tiene sentido de razón ni respeto por la vida humana”, dijo en una declaracíon entregada a la prensa, y publicada en The Huffington Post.  

No es la primera vez que Trump ataca a los musulmanes como religión. En previas ocasiones habló de crear una base de datos con musulmanes, de cerrar algunas mézquitas. Igualmente, dijo haber visto imágenes en TV de musulmanes estadounidenses celebrando el ataque terrorista de septiembre 11, 2001.

Las palabras de Donald Trump han sido denunciadas por políticos de ambos bandos.

Pero el mensaje de odio sigue encontrando terreno firme entre sus partidarios, identificados según la encuesta del electorado republicano, conducida por Quinnipac y discutida por Business Insider.

Trump tiene 24% del voto masculino y el 15% del voto femenino – una brecha notable, aunque todavía tiene más apoyo entre ambos sexos que cualquiera de sus rivales republicanos.

Trump tiene un resultado más o menos parejo en todos los puntos del espectro ideológico de los votantes. La encuesta de Quinnipiac encontró que Trump tenía la pluralidad entre los votantes independientes identificados como el Tea Party (23%), evangélicos (20%), muy conservadores (20%), algo conservadores (24%) y moderados/liberales respublicanos (17%).

En cuanto a representación de minorías étnicas — negros, latinos, asiáticos — basta con ver los mítines de la campaña Trump y brillan por su ausencia.

Donald Trump, potenciando la xenofobia, el temor, el resentimiento, las inseguridades económicas dentro de la población blanca con menos educación e ingresos, ha encontrado una audiencia muy interesada en su discurso agresivo, sarcástico, machista, racista, cruel.

En su primer discurso denunció a México y a los mexicanos.

Y cuando el candidato que encabeza las encuestas en el partido republicano de EUA habla de esa manera, además de impulsar el discurso a los extremos, ello puede generar más odio. Más violencia.

¿Coincidencia? Informa Philly.com que individuos han dejado una cabeza de cerdo en frente a una mézquita en Philadelphia. El cerdo es para los musulmanes un animal sucio.

Donald Trump ha subido el tono a su discurso fascista. Ello no significa que a él le respalde un movimiento fascista, similar a lo que se vivió en Europa durante los años 30.

Aún así, su discurso tiene el potencial de movilizar más odio y violencia. Lo cual sería un peligro no solo para EUA sino también para otras naciones.

Foto cortesía Jamelle Bouie via flickr