Hora Cero para suspensión de actividades laborales: 16 septiembre al mediodía podrían suspender actividades

Con el 16 de septiembre como plazo para lograr un convenio antes de que unos 65,000 trabajadores ferroviarios inicien una huelga, las compañías han comenzado a suspender rutas, con la esperanza de culpar a los trabajadores por cualquier suspensión de servicio.

Igualmente, en una industria que recibe baja cobertura mediática, los titulares de los medios corporativos del ‘impacto negativo’ a los usuarios que dependen de los rieles de la nación.

La administración Biden participa en las negociaciones intentando impedir que estalle una huelga que sin duda tendría serios efectos en las cadenas de transporte y suministros de la nación.

Max Alvarez de @TheRealNews señala que aunque algunos sindicatos han apoyado las propuestas de la patronal, las bases sindicales no la apoyan y ya por lo menos tres sindicatos han manifestado que una huelga parece ser la única opción que queda.

Declaración conjunta de Jeremy Ferguson, Presidente de SMART Transportation Division y Dennis Pierce, Presidente, Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen y Teamster Rail Conference. […]

[…] Nuestros sindicatos siguen en la mesa de negociaciones y han presentado a los transportistas ferroviarios una propuesta que estaríamos dispuestos a presentar a nuestros miembros para su ratificación, pero son los transportistas ferroviarios quienes se niegan a llegar a un acuerdo aceptable. De hecho, quedó muy claro a partir de nuestras negociaciones en los últimos días que los ferrocarriles no muestran intenciones de llegar a un acuerdo con nuestros sindicatos, pero no pueden legalmente bloquear a nuestros miembros hasta el final del período de reflexión. En cambio, están bloqueando a sus clientes a partir del lunes y perjudicando aún más la cadena de suministro en un esfuerzo por provocar la acción del Congreso.

Los ferrocarriles están utilizando transportistas, consumidores y la cadena de suministro de nuestra nación como peones en un esfuerzo por hacer que nuestros sindicatos cedan a sus demandas contractuales sabiendo que nuestros miembros nunca las aceptarían. Nuestros sindicatos no cederán ante estas tácticas de miedo, y el Congreso no debe ceder ante lo que solo puede describirse como terrorismo corporativo.

En lugar de paralizar la cadena de suministro negando envíos y potencialmente bloqueando a nuestros miembros el próximo viernes, los ferrocarriles deberían trabajar hacia un acuerdo justo que nuestros miembros, sus empleados, ratifiquen. Para que eso suceda, debemos mejorar las condiciones de trabajo que han estado en la mesa de negociación desde que comenzaron las negociaciones. Como parte de la liquidación de este contrato, se debe dejar de penalizar con el despido a los ingenieros y conductores que se enferman o asisten a una cita médica. Repetimes que nuestros miembros están siendo despedidos por enfermarse o por asistir a visitas médicas de rutina mientras salimos de una pandemia mundial.

[…]

Básicamente es el resultado de años de negligencia en que la codicia de las compañías corporativas han reducido al máximo el servicio, mientras aumentan los precios, las utilidades, y la recompra de acciones.

Dada la importancia del transporte ferroviario en la economía estadounidense, este viernes sabremos si los ferroviarios reciben algo aceptable, si votan por irse a la huelga y, de ser éste el caso, qué harán en caso de que el gobierno ilegalice una huelga.