La imagen de Brett Kavanaugh, junto a su esposa, en la entrevista con Martha MacCallum de Fox News donde niega todas las acusaciones de violencia sexual en su contra, algunos recordaron décadas atrás cuando un candidato llamado Bill Clinton fue entrevistado al lado de su esposa.
Cuando MacCallum preguntó al nominado para la Corte Suprema de Justicia si había agredido sexualmente a alguien en sus días de estudiante, Kavanaugh respondió que jamás. “La gran mayoría de mi tiempo en segundaria la dediqué a estudiar, hacer deporte, y ser un buen amigo con los niños y las niñas con quienes era amigo”.
Dijo que tal vez los estudiantes mayores hayan bebido alcohol, pero él no.
Reiteró la rectitud de su carácter. Y dijo que iba a pelear.
Con esta histórica primera entrevista televisada con un nominado al cargo vitalicio de Juez de la Corte Suprema de Justicia de EUA, Brett Kavanaugh mostró la determinación con la que se piensa defender. “No me van a intimidar y obligarme a retirarme del proceso”, había dicho antes en una carta la presidente del Comité Judicial del Senado, Chuck Grassley. “Este esfuerzo coordinado por destruir mi buen nombre no me va a sacar. Los viles ataques y violencia contra mi familia no me van a sacar. No van a tener éxito con este ataque de asesinato de carácter de último momento”.
Kavanaugh enfrenta acusaciones de violencia sexual por parte de dos mujeres, dos casos separados ambos hace décadas. La primera, por parte de la doctora Christina Blasey Ford, quien dice que cuando él tenía 17 años y ella 15, él intentó violarla en una fiesta.
La doctora testificará ante un comité del senado el jueves, en un testimonio que podría definir el resultado de la votación.
La segunda acusación surgió el domingo 23 en la tarde en una nota en The New Yorker. Deborah Ramírez, compañera de Kavanaugh en la Universidad de Yale, lo ha acusado de haberla agredido al ponerle el pene en la cara cuando ella estaba ebria.
En ambas acusaciones, Kavanaugh presuntamente estaba intoxicado, un estado que según las presuntas víctimas el nominado era frecuente en sus días de juventud.
Ese es el otro Brett Kavanaugh: Un vándalo privilegiado, niño rico.
Según Tina Nguyen de Vanity Fair:
“La entrevista de MacCallum también proporcionó una vista previa de la estrategia más amplia de Kavanaugh. Los republicanos, incluido Kavanaugh, aparentemente ven las acusaciones de Ramírez como las más débiles de las dos, y no han dudado en poner en duda sus afirmaciones. “No voy a especular sobre los motivos. Sé que eso nunca lo hice”, dijo Kavanaugh a Fox, absteniéndose de comentar la historia de The New Yorker. Agregó, “el New York Times escribió que no podían corroborar esta historia y dijo que la persona que formuló la acusación había estado llamando la semana pasada a otros compañeros de clase, lo que indica su incertidumbre sobre si alguna vez yo había cometido ese acto”.
Por otro lado, las acusaciones de Ford en gran medida se han tratado como creíbles pero erróneas. “No estoy cuestionando ni he cuestionado que es posible que en algún momento de su vida la doctora Ford haya sido agredida sexualmente por alguien en algún lugar”, dijo Kavanaugh. “Pero lo que sé es que nunca he agredido sexualmente a nadie en la escuela secundaria o en ningún momento de mi vida.
Por lo menos 65 mujeres que habían conocido a Kavanaugh durante sus días de segundaria firmaron una carta de apoyo al candidato.
Una de ellas, Renate Schroeder Dolphin, sin embargo, ahora está cuestionando por qué su nombre aparece mencionado 14 veces por estudiantes que dijeron haber sido “alumnos de Renate”. Entrevistada por el New York Times, ella dijo “No sé a qué se refieren…Ni entiendo lo que pasa por la mente de niños de 17 años. Pero es una insinuación horrible, dolorosa y sencillamente falsa”.
La batalla por la nominación de la Corte Suprema de Brett M. Kavanaugh ha inflamado lo que en EUA se conoce como las guerras culturales. Los llamados conservadores ven en el candidato como un oponente a las fuerzas de la corrección política, mientras los liberales han movilizado en torno a la consigna “creemos en las mujeres”.
Esta battalla ha dividido familias, quebrado relaciones, extendiéndose a los programas de televisión,columnas en la prensa, redes sociales y manifestándose en las protestas que han tenido lugar por toda la nación, en parques, universidades, los pasillos del congreso.
Kavanaugh se ha convertido en el paladín de los republicanos, los cristianos y otras fuerzas que se sienten intimidadas y agredidas por los liberales.
El presidente del Senado, el republicano Mitch McConnell dijo que pase lo que pase el senado va a votar sobre la nominación. Mucho depende de lo que suceda el jueves cuando aparecerá la doctora Christine Blasey Ford.
Pero sea cual fuera el resultado, que puede varia con dos simples votos republicanos en contra, algo quedará de esta nominación, lo cual nos trae otra memoria del día en que Bill Clinton apareció en la televisión con su esposa y reconocío que había fumado marihuana. Pero “no aspiré”.
“Estás diciendo que durante todos años fuiste virgen”, preguntó MacCallum.
“Correcto”.
“Y ya que estamos hablando de su vida personal, ¿durante cuántos años?”
“Muchos años más”. Lo dejo así.
I stand with Dr. Christine Blasey Ford. Today we walked out in solidarity with victims of sexual assault everywhere. #BelieveSurvivors #StopKavanaugh pic.twitter.com/rKsvL6ZL8f
— Governor Kate Brown (@OregonGovBrown) September 24, 2018