El pasado del juez KavanaughJusto en los instantes en que se anunciaba un acuerdo entre los republicanos que dominan el Comité Judicial del Senado de EUA y las abogadas de Christine Blasey Ford que denuncia de intento del violación al juez Brett Kavanaugh, quien ha sido nominado para un cargo vitalicio en la Corte Suprema de Justicia, surgieron nuevas acusaciones de conducta similar aumentando los problemas para lo que no hace mucho aparentaba ser una confirmación segura.

Otro mujer se pronunció el domingo por la tarde con nuevas acusaciones contra el juez, alegando que durante una fiesta cuando estudiantil en Universidad de Yale el joven Kavanaugh se sacó el pene y se lo puso en la cara, obligándola a que lo tocara.

Deborah Ramirez, de 53 años de edad, compartió el incidente con Ronan Farrow y Jane Mayer de The New Yorker.  (Farrow fue el periodista de investigación que expuso la violencia sexual sistematizada en las cúpulas de Hollywood, siendo éste un important ladrillo en la estructura del movimiento #MeToo.)

Según dijo Ramírez a los periodistas, el humillante ataque tuvo lugar en una fiesta en un dormitorio estudiantil al que asistieron Kavanaugh y varios otros estudiantes. Fue durante el año escolar 1983-84 de Yale. Ramirez dijo que el grupo estaba bebiendo licor y ella se pasó de tragos. Dijo que recordó que alguien le había puesto un “pene en frente” del rostro, y que la persona la hizo tocarlo. Dice que recuerda haber visto a Kavanaugh de pie frente a ella, riéndose y subiéndose los pantalones.

También recuerda a otro estudiante gritando por el pasillo: “Brett Kavanaugh le acaba de poner el pene en la cara a Debbie”.

Ramírez dijo que hay grandes lagunas en su memoria y afirma que vaciló en compartir el episodio, temerosa de ser atacada y culpaba porque en aquel momento se encontraba intoxicada. Pero Ramírez dijo que su experiencia, junto con la de Christine Blasey Ford, la primera mujer que acusó a Kavanaugh y quien va a testificar ante el comité del senado el jueves, justificaría una investigación por el FBI sobre el comportamiento del nominado.

El juez y la Casa Blanca han rechazado categóricamente esta nueva versión, diciendo que ese evento de “hace 35 años nunca ocurrió. La gente que me conoció sabe que no fue así y lo han dicho. No es más que una calumnia”.

Los republicanos del Comité del Senado que ha promovido la confirmación del juez denuncian que es una manipulación política por parte de los demócratas.

La revista The New Yorker señala que no ha podido confirmar independientemente si Kavanaugh estuvo en la fiesta. Algunas de las personas que entrevistaron los reporteros recuerdan haber escuchado sobre el evento. Aunque otros han defendido la reputación del juez.

Basándose ésta, y la primera acusación, en eventos que sucedieron hace décadas, y en los que la memoria es en el mejor de los casos difusa, defensores de Kavanaugh sostienen que la vida del juez no ha mostrado otros incidententes similares.

Pero hay una constante: El exceso del alcohol, y el abuso a mujeres intoxicadas, formando parte de la vida estudiantil de estos jóvenes privilegiados.

Y todo esto lo ha capturado un escritor que según Christina Blasey Ford estuvo presente cuando Kavanaugh intentó violarla: Mark Judge. Judge ha escrito ampliamente sobre sus días de alcohol, drogas, y sexualidad desenfrenada mientras estaban internos en el colegio Georgetown Preparatory, en Maryland.

Judge, en lo que parece ser un código de silencio entre los jóvenes de aquellos día codificado en la consigna “Lo que sucedió en Georgetown Prep se queda en Georgetown Prep”, ha negado todo. Y sigue defendiendo al juez Kavavanaugh.

Sin embargo, dos mujeres contradicen la versión de Judge, según indica The New Yorker.

Elizabeth Rasor, quien tuvo un romance con Judge, dijo a los reporteros que una vez, Judge medio arrepentido y algo ebrio le contó acerca de un incidente en el que él y otros muchachos se turnaron para tener relaciones sexuales con una mujer intento. “No puedo quedarme sin decir nada mientras miente”, dijo Rasor a los periodista.

La revista también citó a una mujer anónima que creció en Maryland en la década de 1980 y dijo que ella sabía que los jóvenes de Georgetown Prep emborrachaban mujeres “con jugo de la jungla”, que era alcohol en grano mezclado con Hawaiian Punch (una mezcla muy potente), para luego abusarlas sexualmente. Hacían “trenes” con ellas, en las que cada joven tomaba un turno teniendo relaciones con ella.

El reportaje en The New Yorker ha sido otro golpe más a la confirmación del Juez Brett Kavanaugh, quien se ha presentado como un hombre de familia, católico, conservador en sus valores y de impecable moral. Esta es la versión que impulsan Trump y los republicanos del senado. Pero voces de su pasado afirman todo lo contrario y ello puede arruinar su carrera y su vida, tal como les ha sucedido a las mujeres que dicen haber sido abusadas por él y los otros hijos de papi.

Artículo en inglés.

Imagen via The New Yorker.