La larga y negra noche de Donald TrumpEl 21 de diciembre del año 2018 tuvo lugar el solsticio de invierno, es decir la noche más larga del año, y mientras los planetas estaban alineados, en la capital de EUA los políticos no lograron coincidir y el gobierno cerró. Por falta de presupuesto para seguir funcionando.

Semana y media antes, el 11 de diciembre, el presidente Donald Trump había amenazado a los líderes del partido de oposición que en efecto él cerraría el gobierno “y con gran orgullo” — a menos que el nuevo presupuesto incluyera US$5 millones para financiar el llamado muro en la frontera sur.

Los demócratas se mantuvieron firmes y cuando llegó la hora en que cerró el gobierno, Trump comenzó a atribuirles la culpa a los demócratas.

Pero la memoria del país no es tan breve. Los medios siguen pasanado la grabación de la amenaza del señor Trump.

Quizás Trump haya pensado que el país había olvidado que fue él quien pidió el cierre del gobierno por falta de financiamiento para su muro. Pero el resto del país no olvida.

Como tampoco olvidan los estadounidenses (por más que instituciones de la ultraderecha como Fox News intenten cambiar la narrativa) que durante dos largos años de campaña presidencial, mientras lanzaba acusaciones racistas en contra de los inmigrantes, inicitando el odio y la xenofobia, el presidente aseguró que México pagaría por la construcción del muro. Una y otra vez repitió, como muestra de su machismo, que él obligaría a México a pagar.

Pero Trum no pudo con México.

Y tampoco ha podido con el congreso. Y ello le crea una enorme crisis, donde la realidad del país no coincide con la presión de la minoría derechista qué él representa: “Su base”.

Es una crisis de enorme profundidad y ramificaciones. Y lo peor para él es que no es lá única que enfrenta en estos momentos.

Solo el día anterior, el 20 de diciembre, había renunciado el Secretario de Defensa, Jim Mattis, haciendo pública una carta totalmente crítica de la administración. Nada por el estilo ha sucedido en la historia de EUA.

Al mismo tiempo, las investigaciones sobre posibles vínculos con Rusia y los enredados negocios siguen produciendo información que vinculan al presidente con varios crímenes, entre ellos lavado de dinero, evasión de impuestos. Y traen el potencial de que sean imputados sus tres hijos mayores, Ivanka (y su marido), Don Jr., y Eric.

Para coronar, su gabinete tiene varios puestos vacantes — unos han renunciado en medio de escándalos. Incluso el hombre que ha sido nominado como Secretario de la Presidencia no hace mucho hablaba pestes del presidente.

En el campo político, a partir de enero, Trump tendrá que gobernar sin el apoyo de la cámara de represantes, donde ya los demócratas prometen una serie de investigaciones.

Y en el campo económico, sus agresivas tarifas, su pregonada reforma tributaria, sus ataques contra el orden existente sin una alternativa viable, amenazan con una recesión, y la bolsa de valores ha tenido sus peores semanas en décadas.

Comenta Gabriel Sherman de Vanity Fair, quien tiene gran acceso a los corredores del poder en la Casa Blanca.

“Pase lo que pase, los aliados temen que el episodio haya revelado la incapacidad de Trump para gobernar en un momento en que los demócratas están a punto de iniciar una guerra política en la Casa Blanca. ‘Lo van a aplastar absolutamente. No tiene idea de lo que se le viene encima’, me dijo unrepublicano”.

Imagen via Vanity Fair