Niño refugiado AlejandroEnmarcadas por las celebraciones patrióticas del 4 de julio, las inhumanas imágenes de una alevosa minoría de estadounidenses protestando la llegada de niños indocumentados en California contrastan con la inocente humanidad de otra foto, la de un refugiado de ocho años llamado Alejandro, para ilustrar el drama de estos niños, víctimas inocentes de las maras que en Centroamérica luchan por controlar acceso al lucrativo mercado de las drogas en EUA.

Carlos F. Torres
Carlos F. Torres, director El Molino Online

El presidente Obama, incapaz de obtener la reforma migratoria integral que prometió desde el 2008, anunció que intentaría aglizar el proceso de ¡deportación de los menores!

¡Suficiente para poner a llorar a la misma estatua de la Libertad!

Al mismo tiempo, la economía producía buenos titulares, al anunciarse que en junio se habían creado 288,000 empleos que, lamentablemente, siguen siendo en los sectores menos remunerados.

El tribunal supremo del país, 6 hombres y 3 mujeres, votaba en contra del control a la natalidad. (Sobra decir de qué lado votaron las magistradas).

Y mientras tanto, EUA se preparaba, por tercera vez desde 1993, a intervenir militarmente en Irak, para intentar limpiar un desastre de extremismo que creó con su invasión del 2003-2011.

Todo eso mientras el mundo seguía el mundial de fútbol, la realidad se asentaba y, al cerrarse los cuartos de final, pasaban a la semi final las naciones de siempre: Alemania, Brasil, Holanda y Argentina.

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