Screen Shot 2014-03-30 at 8.47.31 AMJason Edward Harrington, pasó seis años registrando pasajeros aéreos en EUA, y en una nota en POLITICO Magazine comparte sus experiencias.

La Transportation Security Administration, dice, consta de unos 50,000 empleados a nivel nacional (los mismos que requieren que los pasajeros se retiren los zapatos antes de pasar por seguridad).

La agencia fue el producto de un momento de pánico nacional — terreno fértil para la toma de malas decisiones — y la irracionalidad fue grabada en el DNA de la TSA. Igual que la mayoría de los pasajeros, el agente de control promedio lamenta la atmósfera de “emergencia permanente” que ha permeado el control en aeropuertos desde el 9/11 — una cultura reaccionaria que se transmite año tras año desde los niveles directivos. Y sin embargo, las preocupaciones más comunes entre los inspectores de la TSA por lo general se deben a deficiencias organizativas a niveles del puesto de control.

Como ejemplo de las discusiones — bizantinas se podría decir — que tienen lugar en el diario funcionar de la agencia , recuerda el incidente que llama “La parábola de la policía del puré de papas”, basada en lo que aparentemente iba a ser el almuerzo de un pasajero.

¿Es sólido o líquido el puré?

Debido a que las papas se adaptaban a la forma del recipiente, se les consideró un líquido — específica una gel. Es la línea oficial de la TSA. “Líquidos, aerosoles y gels de mas de 3.4 onzas no pueden pasar la seguridad”.

El pasajero se quedó sin su sus papas.

Respecto a la capacitación de los funcionarios, explica Jason Edward Harrington, que una vez al año un funcionario toma un examen de dos horas frente a sus superiores.

En la práctica, esto significaba que los funcionarios que han sido groseros con sus compañeros de trabajo y los pasajeros, o que generalmente son incapaces, pero han pasado su período de prueba, pueden conservar sus puestos, aprendiendo a navegar el sistema.

Respecto a la inversión con el dinero de los contribuyentes, dice que el más escandaloso gasto de dinero en la agencia en este momento es el programa SPOT, con “Oficiales de detección de comportamiento”, que presuntamente leen el lenguaje corporal de los posibles terroristas.

Pasada una década, hemos gastado mil millones de dólares en el programa a pesar de que está basado en una pseudociencia que ha sido desmentida en un estudio tras otro, y no hay prueba de que haya encontrado ni siquiera una amenaza terrorista. Muchos de los funcionarios de detección de comportamiento que conocí en O’Hare admitieron en privado que su programa se reducía a caminar cantidades todo el día recibiendo mucho dinero por no hacer nada.

Artículo en inglés