Screen Shot 2013-01-02 at 5.18.08 PMPublicado en inglés el 5 de julio del 2013 en la revista The Nation bajo el título “Undocumented Activists Take a Giant Risk to Return Home”. Traducido con autorización especial. Por Aura Bogado.

Un histórico cruce de frontera tuvo lugar este lunes, no al amparo de la oscuridad ni a través de un desolado desierto, sino a plena luz del día cerca de la estación de la patrulla fronteriza de Nogales mientras que miles de seguidores en el lado de EUA y el del México les animaban.

Aura Bogado
Aura Bogado

Nueve personas, todas activistas transnacionales que trabajan con la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA por sus siglas en inglés), ahora se encuentran detenidas en el Centro de Detención de Florence, en Arizona, después de solicitar ingreso a EUA por razones humanitarias. Esta es la primera vez que un grupo de residentes por largo plazo de EUA que técnicamente son ciudadanos mexicanos han intentado regresar a EUA mediante una petición de libertad condicional humanitaria. La acción del lunes atrajo a más de 10,000 espectadores de todo el mundo que sintonizaron a una transmisión en vivo por Ustream para ver qué iba a suceder a los llamados Dream 9.

Alrededor de las 13:30 horario del Este, los nueve se reunieron por última vez con la prensa en Nogales, México, antes de caminar brevemente a la línea fronteriza entre EUA y México. Ocho personas habían planeado originalmente  participar, pero Rosie Rojas, quien dijo que viajó durante tres días para reunirse con ellos, se integró al grupo en el último minuto.

Entre los nueve activistas se incluye Adriana Díaz, de 22 años de edad, quien fue traída a Phoenix, Arizona, desde México cuando tenía apenas cuatro meses de edad. Díaz se graduó de secundaria con honores en el 2010, pero decidió ir a México el año pasado a causa del temor que sentía vivir bajo el Sheriff Joe Arpaio. Trató de asistir a la universidad allí, pero el país no reconoce su diploma de EUA. Si hubiera esperado tan sólo tres meses, podría haber sido elegible para permanecer en EUA mediante la Acción Diferida del presidente Obama para el programa de Llegadas durante la Infancia.

Mientras que los Dream 9 ahora enfrentan peligros de la detención, la incertidumbre es tal vez más elevada para los tres activistas que fueron a México, más recientemente, para tomar parte en la acción. Aunque las personas indocumentadas en EUA viven bajo la constante amenaza de detención y deportación, hay una relativa seguridad en su estancia aquí. Los tres que voluntariamente cruzaron a México no saben si van a poder regresar a sus respectivos hogares, después de haberlos dejado solo hace días.

Marco Saavedra, de 23 años, oriundo de Washington Heights en New York y quien no ha estado en México desde que tenía 3 años, es uno de esos activistas. Ya se ha infiltrado en un centro de detención y actualmente se encuentra en proceso de deportación. Pero el pasado jueves por la mañana, mientras esperaba su vuelo a México Saavedra a regañadientes admitió que esta acción frontera es más riesgosa que otras en que ha participado en el pasado. El riesgo de cruzar a México, por supuesto, era que se le podía negar la libertad condicional humanitaria y ser excluido permanentemente de EUA. “Estoy tratando de no pensar mucho en ello”, dijo Saavedra. “Si lo hiciera, podría cerrarme y no ser capaz de seguir adelante”.

Los Dream 9 no están solos en su acción. La NIYA mantiene ahora una lista de espera de personas que quieren utilizar esta estrategia; les atrae la idea de que exista una opción humanitaria. Solo unas horas después de que los 9 cruzaran, un grupo de treinta personas que ya habían sido deportadas a México intentó cruzar también. No está claro qué ha sucedido con este esfuerzo. La Defensora Pública del Condado Pima, Margo Cowan, que provee servicios legales para los Dream 9, dijo que apoyará el esfuerzo de los treinta adicionales, en caso de que lo fueran a necesitar.

A medida que los Dream 9 se acercaban a la frontera, sus partidarios en el lado de EUA — que incluía ciudadanos, titulares de la tarjeta verde y activistas indocumentados — coreaban, “¡Regresen a casa!” Los partidarios de NIYA informaron que la patrulla fronteriza había enviado un correo electrónico amenazando inmediata detención y deportación tan pronto cruzaran a EUA. Estos momentos de incertidumbre son, en cierta manera, iguales a la ansiedad que sienten algunos familiares de los más de 1.5 millones de personas que han sido detenidos y deportados por el gobierno de Obama. Sin embargo, los nueve no fueron deportados de inmediato, y ahora se encuentran en prisión con la esperanza de alcanzar algún tipo de alivio que les permita volver a casa.

Ese deseo se basa en gran medida en legisladores, cuya influencia en el Capitolio podría influir en el resultado. EL representante Luis Gutiérrez (D-IL) usó las redes sociales para manifestar que espera que “la administración Obama va a hacer lo correcto”. Pero para muchos, esto no es suficiente.

“No nos importa si lo dice en Facebook porque no logra nada para nosotros”, dijo Mohammad Abdollahi, que trabaja con la NIYA. “Si el Caucus Hispano del Congreso dice que luchan por las familias, no deberían estar publicando en las redes sociales”, agregó. “Se trata de tomar las medidas adecuadas y utilizar los canales adecuados para asegurarse de que los Dream 9 puedan volver a casa”.

Los funcionarios de inmigración no han comentado sobre el cruce ni la posterior detención citando preocupaciones sobre la privacidad. Para lograr el asilo, los Dream 9 tendrá que convencer a las autoridades que enfrentarán cierta persecución en México. Pero Obama y otros legisladores pueden tomar medidas rápidas para asegurar su liberación. A tal fin, la NIYA está pidiendo a partidarios firmar una petición y ha llamado a los legisladores a mantener la presión mientras permanezcan los Dream 9 en el Centro de Detención de Florence –una instalación propiedad de y operada por la Corrections corporation of America, una empresa privada.

Antes de los ocho originales cruzan tomaron su acción en la frontera, pasaron varios días trazando la forma de organizar otros detenidos una vez que fueron detenidos. Su objetivo ahora es no sólo demostrar que es posible un regreso a casa en base humanitaria sino también para detener las deportaciones desde su detención.

Artículo en inglés