Screen-Shot-2013-01-02-at-5.18.08-PM5Publicado en inglés el 8 de febrero 2014 en la revista The Nation bajo el título “This Week in Nation History: The Long Battle for Progressive, Humane Immigration Reform”. Traducido con autorización especial. Por Katrina vanden Heuvel.

Hace un año, después de que el Presidente Obama ganara su reelección con el apoyo abrumador de la comunidad latina, los republicanos en el Congreso, encabezados por el senador Marco Rubio, produjeron un “marco” para la reforma migratoria integral que incluía un camino hacia la ciudadanía para al menos algunos de los 11 millones de inmigrantes indocumentados del país. Algunos de los elementos más visionarios del GOP (el partido republicano) parecían haber reconocido tardíamente que el partido sólo podía esperar más derrotas abrumadoras en las urnas, siempre y cuando continuara impidiendo que los latinos que luchan encuentren la seguridad y el éxito en este país. “Hay indicios de que las estrellas se están alineando a favor de la reforma”, escribió The Nation en un editorial febrero pasado, “pero no hay que anticiparse a los hechos. La verdadera batalla comienza ahora” .

Katrina vanden Heuvel
Katrina vanden Heuvel

Es difícil dar batalla, sin embargo, cuando la otra parte se niega a salir al campo. Después de meses de coqueteo en asociación con la Banda bipartidista de los Ocho para escribir un proyecto de ley integral, cesó abruptamente la cooperación y fue reemplazada por draconianos mecanismos de aplicación, matando el acuerdo en octubre. Rubio renunció del todo a una reforma seria calculando  — erróneanmente, sospechamos — que había más ganancia electoral al calmar las ansiedades raciales del Tea Party que en la búsqueda de una verdadera justicia para millones de nuevos americanos .

El Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, ahora ha realizado el mismo cálculo igual de erróneo, al anunciar la semana pasada que él piensa que es poco probable que la reforma migratoria pueda aprobarse a finales de 2014. La cobarde retirada de los republicanos en el Congreso de abordar la necesaria por largo tiempo reforma migratoria — apenas unos días después de hacer pública la lista de sus “principios” para el futuro — sólo pone de relieve el grado hasta el cual el Partido Republicano está fatalmente fuera de contacto con el pulso y el futuro de este país .

Mientras que la necesidad de tal legislación no tiene precedentes y la profundidad de la antipatía republicana para los inmigrantes no deja de sorprender, vale la pena recordar que sobre el tema de la inmigración como en muchas otras cosas no hay nada nuevo bajo el sol. Hace noventa años, cuando otro grupo de congresistas republicanos reaccionarios estaban tratando de aprobar una ley para restringir la inmigración — en aquel entonces reduciendo aún más las cuotas para los inmigrantes del europa meridional y oriental —  The Nation publicó un editorial titulado “Land of the Noble Free“. La primera línea emplea terminología que hoy se considera ofensiva, pero el argumento central pudo haberse escrito hoy:

Los americanos son todos inmigrantes — todos excepto los indicios pieles rojas — y si los antropólogos tienen razón, incluso ellos emigraron de Asia. No existe una raza americana; no hay ni siquiera la pretensión establecida por siglos para defender el derecho fundamental de cualquier grupo …. ¿De dónde viene este mito de que nuestro país es la propiedad privada de alguna estirpe racial? ¿De dónde vienen las arrogantes suposiciones de aquellos que, como el presidente de la Comisión de Inmigración de la Cámara, quieren preservar una “homogeneidad racial” que nunca ha existido ? …

Es algo trágico que este país, construido con el sudor y las aspiraciones de los inmigrantes en tan poco tiempo comience a encerrarse tras una cerca. Nos estamos convirtiendo ante el mundo en un ejemplo de egoísmo nacional. Mientras que cerramos nuestras costas a seres humanos, amedrentamos a los países más débiles para que otorguen privilegios a los capitales estadounidenses ajenos a sus intereses nacionales. Obligamos a México a revisar sus leyes petroleras, le decimos a China cómo utilizar sus aduanas, pedimos a Rusia que reconsidere su punto de vista sobre la propiedad privada, y en todas partes reclamamos una “puerta abierta” para el capitalismo estadounidense como una política estadounidense. “La igualdad de derechos y oportunidades, para el capital, en todo el mundo” — ¡amarga consigna para Estados Unidos cuando un campesino hambriento del sur de Italia, un judío perseguido de Rumania, un armenio cuya casa es un montón de cenizas encuentra la puerta de América cerrada de un golpe en su cara!

La Ley de Inmigración de 1924 fue aprobada con apoyo bipartidista y sólo fue superada por la abolición de todas las cuotas de inmigración en 1965. Pero como ha dejado claro el anuncio de Boehner, su espíritu sigue vivo. Para una historia más completa, lea Strangers in Our Land una colección de libros electrónicos de los escritos de The Nation en materia de inmigración que se remonta a 1868, que se publicará el próximo mes.

Los suscriptores a The Nation pueden acceder a nuestro archivo digital con todo tipo de búsquedas, que contiene miles de artículos históricos, ensayos y reseñas, cartas al editor y editoriales que se remontan al 6 de julio de 1865.

Artículo en inglés