Publicado en inglés el 3 de abril del 2013 en la revista The Nation bajo el título “Schumer Wants to Have His Cake and Eat It, Too“. Traducido con autorización especial. Por Aura Bogado.
El senador Chuck Schumer es el principal demócrata de la Banda de los Ocho legisladores que han estado elaborando un proyecto de ley de reforma migratoria integral. Schumer ha utilizado varias oportunidades para atribuirse crédito por los avances en ese proyecto de ley. Por el otro lado, activistas le critican el que haya obtenido más de US$100,000 dólares en contribuciones para su campaña por parte de los grupos de presión de las facilidades privadas de detención de inmigrantes.
Schumer ya había declarado que un proyecto de ley de inmigración había casi terminado la semana pasada cuando recibimos la noticia de que sindicatos y empresas habían llegado a un acuerdo sobre cómo abordar el flujo de inmigrantes futuro — con lo cual se impulsan sus posibilidades en el Congreso. El senador Marco Rubio se apresuró para volver a centrar la atención sobre sí mismo al emitir un comunicado de prensa poco antes de los programas de opinión del domingo, llamando inmaduro a un acuerdo sobre la inmigración. Rubio hizo hincapié sobre la necesidad de un mayor debate público, audiencias del comité y enmiendas adicionales — odo lo cual probablemente diluirá cualquiera de las protecciones a los inmigrantes del proyecto de ley. Sin embargo, Schumer aseguró en el programa Meet the Press el domingo que está “muy, muy optimista” de que la Banda de los Ocho logrará un acuerdo la próxima semana.
Los activistas pro inmigrantes quisieran creer que Schumer está trabajando en un proyecto de ley que da prioridad a un camino hacia la ciudadanía. Pero dicen que es difícil debido a las contribuciones que ha cosechado por parte de las empresas de detención privadas.
Una coalición de grupos de activistas protestó ayer frente a la oficina de Schumer en Manhattan, denunciando las posiciones inconguentes del senador sobre la inmigración. Presente.org entregó cerca de 30,000 firmas recogidas en línea, instando a Schumer a que devuelva el dinero que ha recibido de la Corrections Corporation of America (CCA) y el GEO Group — dos de las mayores instalaciones de detención privadas para inmigrantes indocumentados.
Los activistas también se movilizaron de puerta en puerta ayer, distribuyendo volantes en los cinco condados de la ciudad de New York, denunciando lo que han llamado el “problema hispano” de Schumer. Dicen que los votantes latinos, a quienes se les acredita ayudar a cambiar el resultado de la elección pasada, esperan una ley de inmigración que se centre en mantener unidas a las familias, pero que quienes respaldan económicamente a Schumer están haciendo una labor que ayuda a separarlos. El portavoz de Schumer, Max Young, dijo al NY Daily News que el senador está trabajando para crear un proyecto de ley que incluya un camino a la ciudadanía — pero su declaración no se refirió al grado en que Schumer grado está en deuda con los contribuyentes de su campaña.
Las empresas privadas de detención de inmigrantes están, literalmente, invirtiendo en mantener sus camas llenas de inmigrantes indocumentados. El gobierno de Obama sigue deportando a un número récord de inmigrantes, y la última parada de los deportados s a menudo en un centro de detención privado, que se beneficia de un sistema cruel. En el mercado bursátil, los accionistas del Grupo CCA y GEO esencialmente comercian en esquemas de criminalización cotizados en la bolsa que enfocan en ciertos seres humanos para detenerlos como inmigrantes. Como los activistas están señalando, esas ganancias luego van a financiar las campañas de Schumer — y ellos desean poner fin a esto.