Partido comunista chinoPublicado en inglés el 12 de noviembre de 2013 por Stratfor Global Intelligence bajo el título “China: The Next Phase of Reform”. Traducido con autorización especial.

Resumen

El compromiso de los líderes de China para seguir adelante con las nuevas políticas y su capacidad para satisfacer las crecientes expectativas se pondrán a prueba a la vez que se esfuerzan por equilibrar retos sociales, económicos, políticos y de seguridad. Hace tres décadas, China embarcó en un nuevo camino, la creación de un marco que impulse un rápido crecimiento económico del país. El éxito de esas políticas han transformado a China, y los dirigentes del país enfrentan ahora otro conjunto de opciones estratégicas para hacer frente a la nueva posición económica e internacional de China.

La muy anticipada Tercera Sesión Plenaria del 18 Comité Central del Partido Comunista de China cerró el 12 de noviembre después de cuatro días de deliberaciones a puerta cerrada entre las principales élites políticas. El documento completo que contiene las propuestas de políticas no se dará a conocer durante días o incluso en una semana, pero la información inicial sugiere que los líderes chinos están buscando cambios más significativos en sus políticas para tratar de mantenerse adelante de los desafíos que enfrenta el país .

Análisis

Según el comunicado difundido por el canal de vocero del estado, la Televisión Central de China, los cambios de política importantes incluyen el establecimiento de un comité para guiar la agenda de reforma integral del país, el establecimiento de un Comité integrado de Seguridad Nacional responsable por la coordinación de la seguridad pública y la estrategia nacional y un relajamiento de la política de planificación familiar vigente por 33 años para permitir que más parejas tengan un segundo hijo. El comunicado también destacó que Beijing se ha comprometido a llevar a cabo una reforma económica global en la próxima década que responda a la transformación económica, social y política de China.

En vista del inminente desequilibrio demográfico de China, se esperaban  cambios en la planificación familia. La fuente masiva de mano de obra barata del país sostenía previamente su transformación económica y social  pero a medida que China se prepara para la transición hacia una economía basada en el consumo, el envejecimiento de la población presenta un problema.

No se han ofrecido detalles sobre la estructura del Comité de Seguridad Nacional. El objetivo era combinar diferentes instituciones encargadas de la diplomacia, la seguridad, militares y de inteligencia en un organismo coordinado bajo la autoridad del presidente. Sin embargo , la decisión — que va mucho más allá que un cambio institucional — se produjo después de una re-evaluación de condiciones de seguridad interna y externa de China y del creciente papel del país en la comunidad internacional. Beijing reconoce la necesidad de un equipo más delicado y coherente para manejar los asuntos estratégicos del país y defender sus intereses nacionales.

China se encuentra ahora en un punto de inflexión. El crecimiento económico del país ha consolidado firmemente en todo el mundo empresas chinas con intereses nacionales. Se ha elevado el nivel de vida, pero también las expectativas de los ciudadanos de China. Hay un creciente sentimiento de patriotismo chino que va más allá de los confines del Partido Comunista. La clase media educada emergente ha viajado por el mundo, ha presenciado el funcionamiento de múltiples sistemas y está tomando un mayor interés en las decisiones políticas locales y nacionales. Las formas modernas de comunicación, como las redes sociales ofrecen a los ciudadanos chinos la posibilidad de compartir rápidamente tanto éxitos como quejas por todo el país, igual que identificar y denunciar casos individuales de corrupción política y mantener bajo un escrutinio más activo al Partido y el liderazgo. Al mismo tiempo, las importaciones chinas ampliadas de materias primas y de las exportaciones de productos básicos han aumentado sustancialmente los intereses de China en el extranjero,  lo que requiere una una política exterior más matizada y potencialmente más activa .

Beijing no perdió un instante en elevar las expectativas del público sobre su programa de reformas antes de la reunión. Las propuestas incluyen la liberalización financiera, la reestructuración de las empresas estatales, el reajuste de las estructuras fiscales entre el gobierno central y local, medidas para hacer frente a la corrupción oficial, la expansión de los impuestos de propiedad y la reforma de los precios. Al mismo tiempo, los principales líderes estaban ocupados estableciendo las expectativas para una nueva transformación económica. Esto llevó a muchos a creer que la reunión sería llevar al país a la siguiente etapa de prosperidad económica y desarrollo social, como Deng Xiaoping hizo en la reunión posterior a la Revolución Cultural en 1978.

Es cierto que China ha dejado atrás los días de la mala gestión económica masiva y el desorden social de la época posterior a la Revolución Cultural. Sin embargo, la inevitable pérdida de las ventajas demográficas que impulsaron el milagro económico del país, junto con la desigualdad social prevaleciente y las disparidades regionales, además del aumento de la conciencia política de la clase media, significan que los nuevos dirigentes se enfrentan retos aún mayores para preservar su legitimidad. Para ello se requiere un compromiso constante por parte de los líderes políticos de responder a los cambios en el ambient interno y externo de China. También se requiere encontrar el camino hacia una reforma que responda a las expectativas del público a la vez que supera de los elementos que oponen a la reforma.

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