640px-Berlin_reichstag_west_panorama_2Publicado en inglés el 18 de septiembre de 2013 por Stratfor Global Intelligence bajo el título “Europe: What to Expect After Germany’s Elections“. Traducido con autorización especial.

Resumen

Gran parte de Europa espera con impaciencia los resultados este 22 de septiembre de las elecciones parlamentarias de Alemania, pero esta anticipación puede ser un poco fuera de lugar. Por supuesto, la importancia de Alemania en Europa está bien fundada. Es la mayor economía de Europa y su principal acreedor en el rescate de países de la eurozona en crisis, por lo que la salud económica de Alemania es vital para la salud económica de Europa en su conjunto. Pero la relación es recíproca: la economía de Alemania se basa en la zona de libre comercio y las exportaciones, que el resto de Europa puede comprar únicamente si puede darse el lujo de hacerlo. Por lo tanto cualquier gobierno en Berlín continuará su ayuda a los países afectados por la crisis europea — aún a riesgo de la creciente oposición interna.

Análisis

El desempeño económico de Alemania está ligado estrechamente a los acontecimientos externos debido a la dependencia del país en las exportaciones. Según Eurostat, las exportaciones alemanas fueron equivalentes a casi el 52% del producto interno bruto de Alemania en 2012. Europa es el mayor cliente de Alemania, por lo cual la economía alemana depende de la fuerza de la base de consumidores europeos. La estabilidad política y económica de Alemania depende en gran medida de su acceso a los mercados extranjeros, de ahí su apoyo inquebrantable a la zona euro y el acuerdo de libre comercio dentro de Europa.

German-Export-MarketHasta el momento, las exportaciones alemanas en su mayoría han sobrevivido al tumulto de la crisis europea. Esto se debe parcialmente a que las empresas alemanas diversificaron sus mercados de exportación con relativo éxito. Desde 2007, las exportaciones a la Unión Europea y la zona euro han disminuido en favor de otros países, en particular los países asiáticos y EUA. De hecho, el mercado de EUA es el segundo destino en importancia de las exportaciones alemanas. En 2012, casi el 30% de todos los productos europeos exportados por la Unión a EUA provenía de Alemania. Aproximadamente el 16% de las exportaciones de productos alemanes fue a Asia, siendo China el cuarto mayor mercado de exportación de Alemania.

Sin embargo , la economía de Alemania no ha escapado a la crisis ilesa. En los últimos años , el crecimiento económico alemán se ha ralentizado. Según el Fondo Monetario Internacional , el PIB de Alemania creció sólo un 0.9% en 2012, frente al 4% en 2010. En 2013 , el Fondo Monetario Internacional espera que el PIB crezca sólo un 0.3%. El desempleo es probable que siga estas contracciones, y los votantes alemanes presionarán a Berlín para que aumente el gasto público — algo que los gobernantes alemanes han instado a los otros países evitar

El dilema de Alemania

Esto va al meollo del dilema de Alemania. El fortalecimiento de la demanda interna — aumentando los salarios, por ejemplo — sería limitar su exposición a los riesgos externos, pero también haría a las exportaciones alemanas menos competitivas. La demanda alemana es relativamente fuerte a pesar de la crisis europea. Los costos de endeudamiento relativamente bajos han facilitado el consumo interno, igual que una baja tasa de desempleo, que se situó en el 5.3% en julio de 2013, según Eurostat. Esta es la tasa de desempleo más baja desde que la oficina estadística de la Unión Europea comenzó a registrar datos en 1991.

German-exportsLa estabilidad de la demanda interna de Alemania ha ayudado a los países de Europa Central y del Este, en particula, a evitar contracciones económicas más profundas, pero Berlín está bajo presión para fortalecer la demanda aún más. Esperamos que Alemania va a debatir cómo puede hacerlo después de las elecciones parlamentarias.

Una de las opciones bajo consideración es la introducción de un salario mínimo. Los costos laborales de Alemania han aumentado moderadamente en los últimos trimestres económicos. Con un promedio de 30 euros por hora (unos US$40) en 2012, eran sólo ligeramente superiores a la media de la eurozona. El sector industrial, sin embargo, se opone a esta medida, citando temores de perder competitividad.

Berlín también discutirá la cuestión de la inmigración. Con el envejecimiento y la disminución de la población, Alemania está buscando maneras de atraer extranjeros que puedan reforzar su fuerza laboral. Alemania ha visto realmente un repunte de inmigración en los últimos años debido a su resistencia a la crisis, pero históricamente ha tenido problemas para retenerlos. Cualquier nuevo gobierno tendrá que introducir políticas para retener los inmigrantes, y al mismo tiempo disipar los temores de que los extranjeros abusarán del sistema nacional de seguridad social.

Una tercera prioridad para el nuevo gobierno alemán será volverá a evaluar la estrategia energética del país. Los costos de energía para los hogares y las empresas se han incrementado en los últimos años debido a la transición del país hacia la energía renovable. Esta transición ha demostrado ser más cara de lo esperado, dando paso a la preocupación de pérdidas en la competitividad. Teniendo en cuenta los recursos que se han comprometido y los desarrollos ya en marcha, Alemania no puede simplemente abandonar la estrategia actual, pero sus objetivos probablemente serán revisados y se considerarán opciones alternativas como el gas de esquisto.

Debido a que Alemania tiene pocos recursos energéticos domésticos, la estrategia energética del país, también forma parte de su política exterior. La integración de la infraestructura con otros países es importante para las importaciones energéticas alemanas, al igual que las relaciones bilaterales con Rusia, la principal fuente petrolera de Alemania y proveedor de gas natural. Garantizar el acceso sin restricciones al gas natural ruso y el petróleo seguirá siendo una prioridad de la política exterior, aunque las relaciones con Moscú entrarán a veces entrar en conflicto con el objetivo de  Alemania de integrar Europa.

La insignificancia de políticas partidistas

La eficacia con que Alemania integre a Europa dependerá en gran medida de su voluntad de ayudar a otros países europeos, en particular los de la zona euro. Los principales partidos políticos alemanes probablemente aceptan la idea de que Alemania tendrá que proporcionar más ayuda a los países con dificultades. La asistencia financiera continua es un elemento crucial en la estrategia nacional de Alemania de garantizar la cohesión de Europa y preservar la unión monetaria .

Así, Alemania casi seguramente continurá proporcionando los fondos. Berlín ya ha aportado una considerable cantidad de dinero a los esfuerzos de rescate. El gobierno estima que la ayuda directa de Alemania a la crisis de la deuda europea hasta el momento es de alrededor de 95 millones de euros. En cualquier caso, no puede darse el lujo ni de correr el riesgo del estallido de una nueva crisis financiera ni la disolución de la eurozona. El ‘Think thank” alemán Ifo estima que si la zona euro se rompiera, y si los cinco países que han recibido ayuda cayeran en la inoslvencia, Alemania perdería unos 530 millones de euros. El costo real es probablemente muy superior teniendo en cuenta las consecuencias económicas que tal ruptura tendría fuera del sector financiero .

Cabe destacar que esto no significa que Alemania va a cambiar repentinamente su estrategia y financiar programas de estímulo de gran embergadura para los países con problemas. La ayuda alemana a los países en crisis seguirá viniendo únicamente como una reacción a la presión de los mercados financieros y la inestabilidad política en los países individuales que amenazan la estabilidad de la zona euro .

Es probable que la ayuda futura de Alemania suponga dar más tiempo a los países que han requerido la ayuda para pagar su deuda. Además, se podría reducir el costo de tales pagos y depender en la intervención del Banco Central Europeo en los mercados de bonos si es necesaria.

Obstáculos legales e institucionales limitarán la capacidad de Berlín de tomar la iniciativa para ayudar a otros países. Aunque hubo consenso general entre la élite política que Alemania debe proporcionar ayuda más extensa, los grupos de oposición pequeños pueden desafiar y retrasar los planes de asistencia con relativa facilidad. El Tribunal Constitucional alemán ha tenido que evaluar la legalidad de las contribuciones alemanas a las medidas de ayuda de la UE. (Hasta el momento, el tribunal no ha descartado que los esfuerzos hayan violado la Constitución). En el próximo año, la corte probablemente tendrá que determinar si la condonación de la deuda de los países en crisis, una opción bajo consideración para Grecia, violaría la Constitución alemana.

Para asegurar la supervivencia de la eurozona, Alemania también tratará de preservar la alianza franco-alemana. Históricamente, la integración europea ha significado solidificar la fortaleza económica de Alemania y el liderazgo político francés, pero la crisis europea ha tensionado esta relación. La presión que enfrentará Berlín en ceder a las demandas de Francia, que incluyen permitir un mayor gasto público, mutualización de la deuda y un cambio de rol del Banco Central Europeo para aceptar una mayor inflación e intervenir más abiertamente en los mercados de bonos soberanos, dependerá en gran medida de la fuerza con que difieren los rendimientos económicos de ambas naciones.

A medida que la crisis persiste y se implementan nuevas medidas de ayuda, el reto de Berlín será la de convencer no sólo a los votantes alemanes, sino también a los países más pequeños del norte de Europa de la importancia de participar en los esfuerzos conjuntos de ayuda para evitar una mayor desintegración de la eurozona. Estos países, que incluyen los Países Bajos , Finlandia y Austria, por lo general se muestran escépticos de ayudar a los países afectados, igual que Alemania.

A Alemania a menudo se le describe como el líder en Europa, el país que puede definir el futuro de la Unión Europea. Puede haber algo de verdad en esa interpretación, pero las acciones de Berlín en realidad están guiadas por la fortaleza de la demanda externa y la necesidad de mantener la cohesión de la Unión Europea.

Artículo en inglés