Aunque es posible que el mil millonario conocido como “Pharma Bro” sea sentenciado a purgar varios años de cárcel tras haber sido declarado culpable por fraude de valores, los años que purgue no serán por el crimen que cometió en 2015 cuando compró una compañía farmacéutica y de un día para otro subió el precio de la droga Daraprim de US$17.50 a US$750.
La droga se utiliza en el tratamiento de algunos pacientes con SIDA. El monumental aumento causó amplia repugnancia entre el público.
Pero esta vez, Martin Shkreli fue declarado culpable de dos cargos de fraude de seguridades y una de conspiración para cometer fraude de seguridades. Venció cinco otras acusaciones.
Sin embargo, con la soberbia que le ha caracterizado en sus declaraciones públicas desde que su codicia le ganó fama, dijo que estaba “encantado” con el veredicto que muestra que todo es una “cacería de brujas de proporciones épicas”.
Durante el juicio que duró ocho días en la corte federal de Brooklyn, Shkreli no paró de hablar con la prensa, insultar a los fiscales — básicamente hacerse notar — no obstante los intentos de sus abogados por controlarlo.
La estrategia de la defensa fue presentar a Shkreli como un personaje confuso, disfuncional, problemático, pero no un criminal. Los abogados cuestionaron testigos de la fiscalía, pero no presentaron ni un solo testigo.
Shkreli permanece libre bajo fianza hasta que sea sentenciado. El hombre más odiado del planeta podría recibir un máximo de 20 años
Via Daily Beast
