La epidemia mundial de obesidad, causada por la dieta occidental de comida rápida, puede conducir a una pandemia de enfermedades cardiovasculares, escribe Jeremy Laurance, editor de salud del diario digital The Independent en Inglaterra.

El caso más extremo de los efectos de la dieta occidental en el mundo se ve en la islita de Nauru en el Pacífico, donde el promedio de Indice de Masa Corporal (IMC) es entre 34 y 35, causado por la dieta preferida de pollo frito con refresco de cola. (Un IMC superior a 24.9 indica sobrepeso; más de 30 es considerado obesidad).

Agrega que más de uno de cada 10 habitantes del planeta, es decir casi 500 millones de adultos, sufre de obesidad, cuya incidencia se ha duplicado desde 1980 principalmente en las naciones desarrolladas, aunque casi ningún país ha sido inmune.

Las causas, indica, son la creciente urbanización de la vida, el aumento de empleos sedentarios en oficinas, la sustitución de comidas rápidas estilo occidental por las tradicionales. La gente camina menos, monta menos en bicicleta, anda más en autos — hace menos ejercicio.

El mayor crecimiento del IMC en las naciones desarrolladas entre 1980 y el 2008 ha sido en los EUA. En América Latina, Chile es el país donde el sobrepeso es mayor, con un promedio del 27.0 para hombres y el 27.9 para las mujeres.

Artículo en inglés

Foto cortesía de notionscapital via flickr