El ex director de la Policía Nacional de Honduras, Ricardo Ramírez del Cid, denunció al mismo organismo de seguridad que dirigió, así como a la Fuerza Armada, como autores intelectuales del asesinato de su hijo.
En declaraciones a una radio local, del Cid dijo tener pruebas de que la intención original era secuestrar a su hijo, “aunque yo sabía que siempre lo iban a matar”.
“Esta pérdida me trae mucha confusión, desesperación y muchas situaciones que están alrededor de uno mismo (…), lo más duro es que desde las instituciones de seguridad me han hecho este daño, tanto de las Fuerzas Armadas como la Policía Nacional”, denunció el General retirado.
Oscar Roberto Ramírez, de 17 años, hijo del Ramírez del Cid, fue asesinado junto a su escolta cuando cenaba en un restaurante aledaño al aeropuerto de Tegucigalpa.
El informe policial relata que a las 8:30 de la noche del pasado domingo 17 de febrero de 2013, “dos hombres encapuchados y dos sin capuchas, dispararon contra el hijo del general Ramírez del Cid y contra los dos policías especialistas que le escoltaban. Tenemos tres muertos, los dos policías y el hijo del general, y cinco heridos”.
Aunque una de las hipótesis que se manejan asegura que el hecho no fue más que un intento de robo común, del Cid sostiene que los dos más importantes organismos de seguridad de Honduras buscaban “hacerme daño”.
“Yo sé que la intención no era un asalto, porque para hacer un asalto no van a llegar cinco o diez personas para ejecutarlo. Yo sé de boca de un testigo, sé todo, sé que la intención era secuestrarlo”, repitió del Cid.
Por su parte, el actual director general de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, le recomendó ayer a su antecesor no dejarse llevar por rumores, y mejor esperar los resultados finales de la investigación en torno al crimen de su hijo.
“Decir quiénes están detrás de eso en este momento sería irresponsable de nuestra parte, pero sí se están auscultando varias hipótesis sobre el tema y debemos tener cuidado”, dijo Bonilla, quien aseguró a un periódico local que ya tienen bajo custodia a uno de los supuestos responsables del crimen.
Honduras presenta los índices de homicidios más altos del planeta, con 91 asesinatos por cada 100,000 habitantes según la Oficina de Naciones Unidas para la Prevención del Crimen y la Policía Nacional se encuentra sometida a un proceso de depuración que ha creado fuertes fricciones en el interior de la institución, considerada una de las más corruptas del mundo.
Imagen vía VA
