Magnífico año para las universidades ricas; maluco para las universidades pobres.
De los US$37.5 mil millones que en el 2014 se donaron a las instituciones de educación superior en EUA, US$10 mil millones fueron exclusivamente a 20 de ellas (2%).
La que más recibió fue Harvard, explica Hamilton Nolan en Gawker, embolsillando US$1.16 mil millones; le siguen Stanford, con US$930 millones; USC, Northwestern y Johns Hopkins.
La razón, según una nota en el Wall Street Journal, es que “las instituciones en el medio reciben una porción más pequeña de la filantropía porque posiblemente no tienen ex alumnos tan activos, ricos ni bien conectados”.
No debe sorprender, si se tiene en cuenta que las universidades prestigiosas juegan un papel clave en crear y perpetuar el cada día más empotrado sistema de clases estadounidense. Es muy lógico que aquellos para quienes las universidades élites han sido el trampolín a enorme poder y riquezas quieran retribuir, para que sus propios hijos logren descomunales riquezas y poder algún día.
Imagen via Gawker
