perdones

Apto final para lo que hasta el momento ha sido la peor administración en más de 250 años de la república de Estados Unidos de América: Un presidente vencido, humillado, aislado y, sin embargo, empecinado en sacar hasta el último centavo: Vendiendo perdones a criminales convictos. 

Informa el Washington Post que el presidente tiene planes para indultar o conmutar las sentencias de más de 100 personas en sus últimos días en el cargo. Según los informes, las decisiones se anunciarán el lunes o martes, antes de que tenga lugar el juramento del presidente electo Joe Biden  el miércoles por la mañana. The Post informa que Trump se ha reunido con su yerno, Jared Kushner, y su hija Ivanka, para repasar una larga lista de solicitudes de indulto. Todavía no está claro si tiene la intención de perdonar a su familia o incluso autoperdonarse aunque se informa que todavía está considerando la posibilidad. El New York Times informó durante el fin de semana que personas cercanas a Trump se han embolsillado decenas de miles de dólares de personas que buscan el perdón del presidente.

Trump ya ha otorgado múltiples perdones, incluyendo mercenarios condenados de asesinar civiles. 

Cada uno de los 25.000 soldados de la Guardia Nacional desplegados en Washington, D.C. para proteger las actividades de la inauguración esta semana está siendo investigado por el FBI — las autoridadaes están seriamente preocupadas ante la perspectiva de un ataque interno a la toma de posesión de Joe Biden.

El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, dijo a la Associated Press que no se ha encontrado evidencia de una amenaza interna, pero que no se pueden tomar riesgos después del violento ataque al Capitolio Nacional por parte de manifestantes pro Trump a el 6 de enero.  Se han asignado dos veces y media más tropas de la Guardia Nacional a la toma de posesión de Biden que las que se enviaron a eventos anteriores.

Varios miembros del personal de campaña del presidente Trump ayudaron a planificar la manifestación del 6 de enero que finalmente se convirtió en una turba violenta que irrumpió en el Capitolio de los Estados Unidos, informó la Associated Press el domingo.

El informe de la AP contradice las afirmaciones de la campaña de Trump y sus aliados de que no estuvieron involucrados (o que, como Trumpworld intentó afirmar, activistas de izquierda, conocidos como Antifa por Antifascismo, en realidad estaban detrás del ataque al capitolio, en que murieron 5 personas. 

Entre los ayudantes que AP encontró involucrados tanto en la campaña de Trump como en la planificación de la manifestación: Maggie Mulvaney, sobrina del exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, quien renunció a su puesto como enviado a Irlanda del Norte luego de los disturbios; y Megan Powers, ex directora de operaciones de la campaña de Trump, que desde entonces ha hecho que su cuenta de Twitter sea privada. Ninguno respondió a la solicitud de comentarios de AP.