Para la Iglesia Ortodoxa Rusa, organización que se autodenomina la brújula moral del país, la foto del Patriarca Kirill I con un reloj Breguet valorado en US$30,000 en su muñeca fue el comienzo de un escándalo que parece seguir empeorando.

Según escribe Michael Schwirtz en el New York Times, alguien en la iglesia ortodoxa tuvo la brillante idea de borrar el reloj de la foto, al mismo tiempo que el patriarca negaba en entrevistas jamás haber tenido tal joya.

Sin embargo, la persona que retocó la foto olvidó deshacerse del reflejo: metida de patas.

El reloj del patriarca se ha convertido el tema de conversación de blogs críticos del gobierno.

“Asestó otro golpe más a la autoridad moral de los funcionarios rusos, que ha venido erosionando rápidamente en vista de los escándalos de abuso policial, fraude electoral y corrupción”.

Entre los escándalos recientes, el Times menciona otro asunto de relojes: fotos del alcalde de Moscú Vladimir Resin con un DeWit Pressy Grande Complication valorado en US$1 millón.

Para el patriarca, que es partidario de Vladimir Putin y fulmina a sus críticos con acusaciones de herejía, el episodio del reloj básicamente ha socavado su autoridad moral.

Agrega el Times que según la misma compañía Breguet, “Es prácticamente una condición sine qua non de cualquier representación de la aristocracia, la burguesía o, simplemente, una vida de lujo y la elegancia”. Sus clientes incluyen a María Antonieta y el zar Alejandro I entre otros.

El patriarca Kirill I ahora dice que pudo haber recibido el reloj entre los múltiples regalos que le llegan constantemente.

Pero parece ser muy tarde: la noticia salió por internet.

Artículo en inglés

Foto servicio de prensa del patriarca via NYT