Protesta ante oficinas de ICECon las misma tácticas de protesta política que han movilizado a millones desde el primer día de la administración Trump, opositores de la presidencia han optado por enfrentar personalmente a los individuos que han diseñado e implementado los dictados de la presidencia.

Y el tema de inmigración, columna vertebral de la campaña que puso a Trump en la Casa Blanca presidencia, sigue al centro del debate.

En la semana del 17 al 24 de junio, con las imágenes y sonidos de niños hasta de 18 meses arrancados de sus padres y retenidos en jaulas, el presidente se vio obligado a recular recular y emitir una orden ejecutiva que mantiene juntas a las familias. Lo hizo, sin embargo, luego de que millones de personas en EUA, a través de redes sociales, TV, radio, noticieros de todo tipo hubieran expersado su repudio.

El decreto presidencial, aparentemente redactado a las carreras, promete nuevos problemas, informa una nota en Vanity Fair. 

Pero la tal solución anunciada por Trump — una orden ejecutiva que pone fin a la separación de los niños de sus padres — solo ha provocado mayor confusión. La orden se negó a abordar la difícil situación de más de 2,300 niños ya separados de sus padres, y cambió la detención de individuos por el derecho a detener a padres e hijos juntos por un período indefinido. Además, el éxito de la medida depende de la decisión de la Jueza Dolly Gee, a quien se le ha solicitado que modifique un fallo judicial de 1997, conocido como el acuerdo de Flores, que establece que los niños deben ser liberados de la detención después de 20 días. Si Gee, que tiene un historial de fallos que buscan limitar la detención federal de familias migrantes y ha criticado las condiciones bajo las cuales están detenidos, rechaza la solicitud de Trump de mantener a las familias unidas durante más de 20 días, las separaciones podrían comenzar nuevamente.

Para fin de semana, seguían en campos de detención 2,053 menores, en muchos casos sin que se tuvieran datos precisos del paradero de sus padres.

Ello ha sido demasiado para muchos activistas que han optado por enfrentar personalmente los arquitectos de estas políticas.

A la Secretaria de Seguridad Nacional, Kiesten Neilsen, firme defensora de la separación de familia, literalmente le amargaron su cena en un restaurante ¡mexicano! de la capital. Un nutrido grupo de manifestantes del partido Democratic Socialists USA, comenzaron a gritarla. “Si ellos (los niños separados de sus padres) no cenan en paz, tu tampoco cenas en paz”. Tuvo que marcharse.

Poco después, los manifestantes convocaron un acto de masas frente a la residencia de Neilsen y comenzaron a transmitir a todo volumen la grabación de los niños separados de sus madres.

Stephen MillerHuckabee SandersPero eso no es todo, a la secretaria de prensa de la presidencia, Sarah Huckabee Sanders y su familia, el dueño de un restaurante se negó a servirle y la echó del sitio.

Algo similar pasó a Stephen Miller, el funcionario que ha ganado estatura por su mano dura contra los inmigrantes, también en un restaurante mexicano. Otro portal publicó el teléfono celular de Miller.

Los activistas se han comprometido a seguir persiguiendo a los cuadros de la administración y avergonzarlos públicamente.

También, diversas protestas han tenido lugar en varias ciudades de EUA frente a las oficinas de ICE, la temida policía de inmigración. En Portland, Oregon, ICE cerró temporalmente sus oficinas.

En, California, activistas han comprado un enorme cartel publicitario que acusa de ICE de “desaparecer menores”.

WikiLeaks publicó una lista con los nombres y datos personales de algunos de empleados de ICE.

En Microsoft, 300 ingenieros han firmado una petición exigiendo que la compañía suspenda su contrato con ICE.

El drama de la inmigración es solo uno de los temas que dividen a la nación. También está la política arancelaria que puede tener serios efectos dentro de la reactivación económica que se vive en EUA.

Todo ello enmarca los comicios de noviembre que podrían definir la presidencia de Donald Trump.

Se juegan las 435 curules de la Cámara y 35 de 100 en el Senado. Una victoria para los demócratas en ambas cámaras, podría acelerar el proceso de impeachment, o juicio político al presidente, quien sigue acosado por la investigación del Fiscal Especial Robert Mueller sobre presunta confabulación con Rusia en la campaña 2016, y los posteriores intentos de obstruir la justicia.

El riesgo es alto y el presidente ha volcado sus energía en las campañas de los candidatos republicanos, promoviendo desde ese púlpito su agenda. El apoyo entre republicanos se mantiene firme — aunque importantes republicanos han renunciado, señalando que es el partido de DT.

Y en medio de todo esto, la casi nunca vista primera dama de EUA, Melania Trump, se presentó en último momento en un centro de detención de niños migrantes. Esta señal de compasión por parte de una administración que se ha mostrado im ante el dolor humano fue un gesto bienvenido en algunos sectores. Sin embargo, la chaqueta que llevó, al subir y al descender del avión que la movilizó, llevaba escrito en grafiti el mensaje “En realidad, a mi no me importa. ¿A tí?”. Muchos quedaron boquiabiertos.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
Atlanta, Georgia 6/24/2018

 

imagen protesta ICE via HuffPost.