Sarah Palin al desnudo, ElMolinoonline.comEn una de las escenas finales, después de su derrota de su candidato, el candidato republicano John McCain (Ed Harris) advierte a Sarah Palin (Julianne Moore) sobre los peligros de caer en manos del ala ultra derecha del partido republicano, señalando que ello podría seriamente debilitar al partido.

Pero Palin, comprobaría la historia de este drama en curso que comenzó el verano del 2007, no escuchó; tal como no había escuchado nada de las indicaciones que había recibido por parte de Steve Schmidt (Woody Harrelson) y los encargados de la campaña presidencial del partido republicano.

Desde aquella debacle, Palin ha mantenido gran visibilidad en la política de EUA, ayudando a formar el llamado Tea Party, que básicamente ha acaparado la derecha del partido republicano, alejándolo del centro, desatando una lucha intestina, que lo ha colocado al borde de un precipicio político del cual la salida es casi imposible.

“Game Change”, la anticipada película de HBO films, pinta el cuadro de una campaña caída presa de la desesperación que lo apuesta todo al caballo errado, y presencia con impotencia cómo se desboca y los arrastra consigo.

Comienza la narrativa en el momento en que, rezagados en las encuestas, ofrecen la vice presidencia a Sarah Palin, gobernadora de Alaska que ni siquiera ellos mismos conocían: ¡Steve Schmidt la encuentró en Google!

Por una serie de errores, causados entre otras razones por presiones del tiempo, nadie la investiga y así la nombran sin enterarse que ella tiene serios problemas, tanto familiares como políticos — dificultades que son distracciones para una campaña que no tiene lujos que darse.

Peor aún, sin embargo, es que la gobernadora parece no tener la más remota idea del mundo actual: no sabe que hay dos Coreas, norte y sur; cree que el presidente de EUA trata directamente con la Reina Isabel y no con el primer ministro; no conoce el mundo que surgió después de la segunda guerra mundial; cree que Saddam Hussein atacó las torres gemelas. Etc.

Es un caso perdido, además, porque no quiere (o no le da su intelecto) prepararse para entrevistas con los medios: sencillamente pierde enfoque.

Sarah Palin parece, a veces, una mujer inestable, abrumada, sin saber a donde mirar, debilitada por la ausencia de su familia.

En un momento Nicolle Wallace (Sarah Paulson), con una hoja de vida que incluye trabajo en las comunicaciones de la Casa Blanca y asignada para prepararla, rehusa cualquier contacto con ella.

Al poco tiempo, se llega dentro de la campaña de McCain a la alarmante conclusión de que Sarah Palin no siempre dice la verdad. Y, además, carece de las capacidades para ocupar la presidencia en caso de que fuera a morir el presidente.

Pero, así como es crasa su ignorancia, es impresionante su capacidad de relacionarse al ala derecha del partido, encendiendo en actos políticos el racismo y la xenofobia. Ello la coloca en un pedestal, del cual no se puede bajar, llegando a creerse con capacidades que sencillamente no posee: el trampolín para su actual actividad política.

“Game Change”, en dos horas que cubren varios meses, deja clarísimo que los políticos dirán cualquier cosa en cualquier momento para engañar al electorado. En el caso de Sarah Palin es llevado a los extremos.

Pero, también nos hace cuestionar los valores de un sistema donde personajes como Steve Schmidt, creadores de este Frankenstein, hoy día goza de un prestigioso puestos como comentaristas políticos en la prensa.

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Game Change

Distribuidor HBO
Director Jay Roach
Productor Tom HanksGary Goetzman
Guión Danny Strong
Basado en Game Change porJohn HeilemannMark Halperin
Protagonistas Julianne MooreEd Harris
Música Theodore Shapiro
Cinematografía Jim Denault
Edición Lucia Zucchetti
Compañía productora HBO FilmsPlaytone