John Washington en Salon lo dice sin rodeos: “Nuestras políticas han ayudado a atrapar a estos niños en la pobreza y la violencia. ¿Ahora queremos dispararles en la frontera?”
Dice que cruza México por un “infernal corredor de secuestros, extorsión, asesinatos y violaciones”. Llegan a EUA y encuentra protestas masivas, detenciones y una brutal política migratoria.
Habla con algunos de estos niños que narran su historia.
- “Eduardo” es de San Pedro Sula, Honduras, capital mundial de asesinatos. Dice que allí las pandillas consideran un peligro a los chicos que no conocen. Los matan.
- “Miguel,” de 15 años ha sido violado por su padrastro. Se ha ganado lo del pasaje en bus trabajando prostituyéndose.
- “Josué” de 20 años casi muere a manos de su ex cuñado, que le puso una pistola en la cabeza. Cuando fue asesinado por otros pandileros, sus compañeros de criminalidad pensaron que él lo había matado y quieren vengarlo.
- Otros ha sufrido extorsión y amenazas constantes.
“El primer paso hacia ayudar a esta gente es dejando de hacerles daño”, escribe Washington quien dice que los políticos de EUA no parecen entenderlo.