Keep America Great. Con punto de exclamación. Esa (¡Mantengamos la Grandeza de América!) será la consigna de la campaña por la reelección de Donald Trump en el 2020, que el presidente anunció en un mitin de apoyo a un candidato republicano en Pittsburgh, Pennsylvania.
Trump asegura que bajo su liderazgo EUA ha recuperado su grandeza. Ahora ha comenzado a convencer al país que queda tanto por realizarse que él merece otro mandato.
Fue un acto combativo en el cual mostró nuevamente su capacidad de inspirar a un segmento de la población (y de producir nauseas en el resto) que usó para mencionar sus logros durante el año y pico que lleva en la Casa Blanca. En breve, ahora las cosas están mejor que nunca.
El presidente visitó a Pittsburgh, antiguo centro acerero de EUA, para apoyar al republicano Rick Saccone en una elección especial convocada para reemplazar en la Cámara de Representantes a Tim Murphy, quien renunció el año pasado cuando se hizo público que le había pedido a una mujer con quien tuvo un romance que abortara. Casado y con familia, Murphy llevaba 14 años en la Cámara y era una de las voces más recias en contra del derecho al aborto.
Saccone enfrenta al demócrata Conor Lamb — una elección demasiado cerrada en un distrito que los republicanos han ganado holgadamente por décadas. Tendrá lugar el día 11 de marzo y los resultados mostrarán si Trump mantiene el toque mágico que le llevó a la Casa Blanca sorprendiendo al mundo entero en el 2016.
En la mejor tradición de Donald Trump candidato, el presidente denunció a los medios, llamando un “hijo de puta dormido” a Chuck Todd el moderador de Meet the Press de NBC News.
También sugirió que se usara la pena capital contra los distribuidores de drogas. Celebró su reforma tributaria (“más grande que la de Reagan”). Elogió sus tarifas del 25% en las importaciones de acero y de 10% en las de aluminio (en una región donde el acero hace una generación dio empleos a centenas de miles).
Nuevamente reiteró su compromiso con la construcción del muro fronterizo.
Y se auto felicitó por anunciar que se reunirá en persona con Kim Jong Un, el líder de Corea del Norte, a quien no hace mucho había llamado “Little Rocket Man” (El hombre del cohetico).
A diferencia de mítines anteriores, ésta vez no dijo mucho en contra de Hillary Clinton, pero en vez dirigió su fuego contra posibles candidatos progresistas para el 2020, como los senadores Bernie Sanders (I-Vt.) y Elizabeth Warren(D-Mass.) y la presentadora de TV Oprah Winfrey.
El presidente, muestran las imágenes televisadas, lucía alerta, contento, combativo, energético entre la masa aduladora. Parecería que olvidó que esta semana perdió a su principal asesor económico, uno más de decenas que ya se han marchando; que varios miembros de su gabinete fueron “regañados” por abusos éticos; que su hija y yerno han sido acusados por usar la presidencia como fuente de dinero; que el país discute un presunte romance con una estrella de porno mientras Melania estaba embarazada; y que la investigación sobre Rusia parece acercarse demasiado.
Y mientras todo eso sucedía, la Casa Blanca buscaba ampliar su equipo legal, entrevistando a Emmet T. Flood, abogado que representó a Bill Clinton durante su juicio político, o impeachment, hace dos décadas.
Realidades como ésta nadie se las puede inventar.
Otra semana que pasó en EUA
Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
Pennsylvania EUA, 3/9/2018