DEBLASIO FAMILYPara muchos neyorkinos, el candidato demócrata Bill de Blasio es el paladín de una nueva era de populismo progresista.

¿Logrará cambiar la tendencia hacia la destrucción en New York de la clase media?

John Cassidy, columnista en The New Yorker, la ve cuesta arriba para el hombre que muy probablemente será el próximo alcalde de New York.

“Desde los días de Bill Clinton y los New Democrats, era un punto de fe incuestionable en los círculos liberales progresistas que la clave para impulsar a los de abajo hacia arriba consiste en minimizar los conflictos sociales y económicos, ganarse a los intereses corporativos y abordar disimuladamente el tema de las desigualdades”.

De Blasio, agrega, ha “cuestionado esta fórmula”, con lo cual ha generado amplias expectativas que no serán fáciles de cumplir.

“Incluso en el remoto escenario de que se implementaran sus propuestas”, dice. “New York seguirá siendo un sitio crónicamente desigual. Las fuerzas que crean esta desigualdad creciente — el progreso técnico, la globalización, las pérdidas en el sindicalismo y los ataques generalizados contra la clase obrera, la cultura de exagerados salarios en Wall Street y muchas juntas corporativas — están en su mayoría fuera del poder de un alcalde”.

Aún así, señala que “Algunas personas se muestran escépticas, sobre todo los tipos del establecimiento que gustosamente hubieran entregado a Bloomberg otros cuatro años más. Pero, dada habilidad con que Balsi ha dirigido su campaña de Blasio y el enorme mandato que una victoria récord le conferiría, bien podría llegar a ser un alcalde más formidable de lo que sugieren. En cualquier caso, una alcaldía de Blasio será ampliamente visto como un caso de prueba para los reformistas liberales en todas partes”.

Artículo en inglés