Este sábado, se celebrará en Louisville, Kentucky, el Derby 136, conocido como los dos minutos más emocionantes del deporte. Pero, según Time, “Tras la elegancia y el espectáculo se perfila una preocupación: después de casi un siglo de dominio, Kentucky está perdiendo el control de la industria de los caballos de carreras”.
Es una industria de miles de millones de dólares, cuya influencia puede observar cualquiera visitante a Kentucky: hermosos paisajes donde a lo largo de kilómetros se ven cercas blancas, deslizándose con las colinas, tras las cuales juguetones caballos disfrutan holgadamente, con un aristocrático sentido de merecerlo todo por haber nacido bien.
Pero los problemas son serios: “La mayoría de las pistas del estado están luchando, al punto en ciertos casos de tener que cerrar, y cada una de ellas ha tenido que recortar tanto el monto de los premios como el número de carreras”.
Dice Time que al reducirse el monto de los premios y el número de carreras, muchos entrenadores están optando por correr sus animales en otros estados. Esto también lo han comenzado a hacer los criadores, dado que los otros estados ofrecen incentivos económicos, y “problemas de dinero los tiene todo el mundo”.
Además, señala, en los otros estados los casinos son legales, donde a la emoción de los potros se suma la de las tragaperras. Muchos en Kentucky creen que los casinos serían una solución a corto y mediano plazo para salvar la industria.
Pero todo eso es el futuro: por ahora Kentucky sigue en la delantera. En el 2009, se registraron en el estado 10,189 potros, más que los cuatro otros estados combinados. La mayoría de los potros de este sábado habrán nacido en Kentucky, de donde el 75% de los 135 ganadores han sido criados”. Se apostarán más de cien millones de dólares. Más de 150,000 espectadores sentirán la emoción de ver 19 potros de tres años correr dos kilómetros en dos minutos.
