Entre la máquina porno y una tocadita total de sus partes más íntimas, ¿cuál prefiere?
Estas son las desagradables opciones que enfrentan los viajeros en los aeropuertos de EUA y que están causando una creciente repudio por parte del público, especialmente en esta época cuando millones están empacando maletas para reunirse con sus familias en las fiestas del Día de Acción de Gracias y la Navidad.
Son los resultados directos de los ataques terroristas del 9 de septiembre del 2011. Y para los viajeros las cosas van de mal en peor. En diciembre del 2001, a raíz del intento de un terrorista de detonar una bomba que llevaba en los zapatos (“Shoe Bomber”), se obligó a todos los viajeros a retirarse los zapatos. Más tarde, se prohibiría el transporte de cualquier líquido o gel, como lociones crema dental, etc. Las colas aumentaron, igual que la frustración de los viajeros.
El año pasado, fue capturado otro terrorista con explosivos en su ropa interior, el “Panti Bomber”. ¿Las consecuencias? unas máquinas con rayos X que permiten ver debajo de la ropa de la gente. Lo muestran todo sin esconder nada. Nada.
Algunos críticos han llamado estos dispositivos “porn machines” (máquinas porno).
Aquellas personas que se nieguen a mostrar lo que la naturaleza les ha dado tienen la opción de una requisa a mano (esculcada total pero eso si ¿!con guantes!?), que ha conducido a muchos a poner el grito aún más alto en el cielo. Por más de una semana diariamente y con creciente intensidad, los medios traen comentarios de viajeros indignados. “Ahí no me toca sino mi marido”, dijo una señora. Una conocida abogada dijo, “Hace rato que no me tocaban así, y me gustó bastante”. En otros casos han pedido a viajeros que se retiren senos prostéticos.
Una protesta nacional contra las máquinas porno que obligaría a más requisas manuales, demorando así el tráfico de pasajeros se ha organizado para el 24 de noviembre. (National Opt-out Day.)
Así que, si ya está empacando para el anticipado viaje, recuerde lo que se viene encima.
En el video siguiente, el jefe de la Transportation Security Administration explica la política de su agencia.
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