Diana Moskowitz publica en Screamer un extenso análisis de la acusación a los 14 funcionarios de la FIFA, la organización que controla el milmillonario negocio del deporte más popular en el planeta.
Dice que aunque la acusación no dice exactamente cuánto sabe ni cómo lo supo, las citas textuales dan a entender de que alguien presente grabó subrepticiamente.
Alguno imputados, como Jack Warner, aparecen como descarados y arrogantes. Ante las acusaciones por delegado de CONCAFAC (Caribbean Football Union) respecto a sobres con dinero en efectivo, Warner dijo, “Algunos por aquí se creen demasiado piadosos. Si sois piadosos, abrid una iglesia, amigos. Nuestro negocio es nuestro negocio”.
Otros mentían descaradamente. El uruguayo Eugenio Figueredo, presidente por años de la Asociación Uruguaya de Fútbol y miembro del ejecutivo de la FIFA, al solicitar ciudadanía en EUA, dijo que durante todo este periodo sufría de “demencia aguda”.
Dice que el verdadero dinero no está en los partidos:
Al igual que con muchos deportes profesionales, el dinero no está en el juego en sí. Está en las audiencias que reúne, que pueden utilizarse como palanca para lucrativos contratos de difusión y de marketing.
De 2007 a 2010, los ingresos totales de la FIFA fueron US$4.189 mil millones, y el 83% de esa suma (US$3.480 millones) provino de la venta de los derechos de la televisión y de comercialización para la Copa del Mundo de 2010. De 2011 a 2014, los ingresos totales de la FIFA fueron US$5718 millones y el 70% de esa cifran (US$4,008,000,000) provino por la venta de la televisión y de comercialización de los derechos a la Copa del Mundo de 2014.
Los fanáticos tenemos derecho a conocer la verdad.
Imagen via Screamer
Documentos de la acusación
