La desesperación dentro de una campaña sin perspectivas ha motivado a Newt Gingrich, antiguo presidente de la Cámara de Representantes y uno de los últimos precandidatos republicanos, a tomar medidas de emergencia como alquilar su lista de partidarios, escriben en POLITICO Kennet P. Vogel y Ginger Gibson.
No obstante sus fracasos electorales, y una deuda de US$4.5 millones, Gingrich ha reiterado que su campaña sigue adelante.
Según POLITICO, la lista de partidarios de un candidato es su activo más valioso y alquilarla “parece más una señal de rendirse que un esfuerzo por desafiar a Mitt Romney por la nominación republicana”.
Con la salida de Rick Santorum la semana pasada, Romney ha comenzado a actuar como el abanderado oficial republicano.
Gingrich podría recibir hasta US$26,000 por cada uso de su lista de correos, explica POLITICO, aunque ello puede causar problemas con sus partidarios.
POLITICO atribuye parte de los problemas de la campaña al candidato mismo y a su esposa Callista.
Sus gastos fueron excesivos, señala. “La pareja exigió volar únicamente en jets privados”.
Callista, dice POLITICO, “exigía un equipo de por lo menos dos personas, incluyendo uno disfrazado de elefante para promover su libro infantil”.
Había contratado una guardia personal incluso en sus viajes no relacionados con la campaña.
Foto AP via POLITICO
