El parlamento colombiano ha ratificado el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, el grupo insurgente más antiguo del hemisferio.
Este Nuevo Acuerdo de 360 páginas incluye 50 alteraciones al acuerdo inicial, firmado en septiembre y sorpresivamente rechazado por un margen mínimo en un plebiscito el 2 de octubre.
Plasma 4 años de negociaciones con los insurgentes.
En un mensaje por Twitter, el presidente Juan Manuel Santos expresó su “Gratitud con Congreso por histórico respaldo a esperanza de paz de los colombianos”.
Según cálculos oficiales, el conflicto de casi 60 años cobró un saldo de alrededor de 8 millones de víctimas, entre muertos en combate, asesinados, desaparecidos y desplazados.
Las modificaciones, que habían exigido los que impulsaron el “No” en el plebiscito, incluyen un compromiso de los rebeldes de entregar sus bienes y activos, muchos de ellos obtenidos mediante el tráfico de narcóticos, para compensar a las víctimas del conflicto.
Sin embargo, el acuerdo ha rechazado las exigencias de la oposición de imponer sentencias de cárcel a los líderes guerrilleros y restringir su participación en el proceso político.
Las modificaciones también incluyen una prohibición a magistrados internacionales de juzgar por presuntos crímenes a miembros de las FARC o del gobierno.
s,Estos cambio sin embargo, no han sido aceptadas por los oponentes al acuerdo. Uno de ellos es el expresidente y actual senador Alvaro Uribe, quien ha dicho que son únicamente “cosméticos”.
Con la refrendación del proceso de paz se abre un periodo de seis meses en que las tropas de la guerrilla se concentrarán en unas 20 áreas, según los frentes militares en que operaban, y allí comenzará el proceso de entrega de armas.
Sin embargo, los rebeldes siguen pidiendo que se adopte una amnistía para unos 2,000 insurgentes en la cárcel.
La amnistía requiere la participación del Tribunal Supremo del país, lo cual puede dilatar el proceso.
Una dilatación del proceso podría enredarlo en la campaña presidencial del 2018.
Igual queda el problema de qué hacer con los miles de guerrilleros desmovilizados. En su mayoría jóvenes de origen campesino con poca educación y una vida en la que muchos de sus problemas se han resuelto con las armas.
No obstante estos enormes desafíos, Colombia inicia un nuevo capítulo en su historia. Hoy 1 de diciembre se le llama Día D.
Más información, revista Semana
Imagen via Semana
