Ante el creciente aislamiento dentro del partido que dio la presidencia a Donald Trump, la Casa Blanca está implementando una estrategia de tierra arrasada, denunciando abiertamente al disidente senador Bob Corker y, en el proceso, mostrando a posibles opositores republicanos lo que pueden esperar los funcionarios que se atrevan a criticar al presidente.
En su conferencia de prensa de ayer, la portavoz de la presidencia, Sarah Huckabee Sanders, atacó al senador por Tennessee, de quien dijo era responsable por el acuerdo con Irán sobre armas nucleares llamándolo “el peor acuerdo posible”. Es muy probable que Trump derogue el acuerdo con Irán.
Igualmente, señalan Jordan Fabian y Jonathan Easly en The Hill, Huckabee Sanders se mostró ambivalente sobre los llamados que han surgido desde la ultraderecha republicana por la dimisión de Corker, por el hecho de atreverse a criticar al presidente.
lEl mismo presidente ha atacado al senador, mencionando su baja estatura, y señalando que su declaraciones a la prensa lo presentan como un “estúpido”.
La desgastadora disputa entre los antiguos aliados se ha prolongado durante varios días. El senador, quien preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que temía que el presidente llevara el mundo a la Tercera Guerra Mundial.
La disputa continúa, no obstante llamados a una tregua por parte de líderes republicanos.
Más información en inglés, The Hill