Recordamos a las víctimas de los crímenes del imperialismo británico
Cuando Isabel II asumió el trono del llamado Reino Unido en 1952, fue situada a cargo de 14 países, conquistadas a sangre y fuego.
A su muerte, tras 70 años en el trono de uno de los más grandes imperios coloniales en la historia, deja a sus antiguas colonias (ahora llamadas Commonwealth) con enormes problemas sociales y políticos: gobernados por estructuras diseñadas con el único fin de que el poder se preserve en manos de pocos, mientras las masas escasamente sobreviven el día.
En 1952, cuando la princesa Isabel se convierte en la reina Isabel II, sus círculos sociales eran la “gente linda”. Los jovencitos corrían en sus autos deportivos, jugaban al Polo o al Cricket, asistían al hipódromo, bebían, bailaban, consumían drogas, disfrutaban una vida lujosa, con sirvientes hasta para ayudarles con sus necesidades fisiológicas.
Ese imperio fue sufriendo enormes transformaciones, en la manera de gobernar las colonias, en la forma que tomaron las intervenciones militares de las tropas imperialistas de la Gran Bretaña, y en el nivel de privilegios y riqueza de los miembros de la monarquía y sus áulicos. Hoy día, sin haber trabajado un día en sus vidas, embolsillan miles de miles de millones en empresas y negocios que van desde el armamentismo, hasta los combustibles fósiles, a la destrucción del planeta. Esconden sus fortunas en paraísos fiscales y nunca nada es suficiente para ellos y ellas.
Los y las trabajadores escasamente sobreviven.
Los privilegios de la larga vida de Isabel: viajes, ropa, bailes, festines, perros, joyas, trajes, palacios, aviones, yates, mansiones, establos, fueron todos producto del robo los y las trabajadoras de las Américas, Africa, Asia, Australia y Europa.
Igual que otras familias reales, como los Borbones españoles, son una gente corrupta, indolente, arrogante; símbolizan el imperialismo y la brutal explotación del ser humano.
Hoy 8 de septiembre 2022, recordamos en este espacio a las victimas del imperialismo británico con un llamado por un mundo ¡sin monarcas! ¡No más reyes!
El imperio británico en 1952 cuando Isabel fue coronada
