Posible candidato republicano, ElMolinoonline.comDe los malos queda un menos: Herman Cain se ha retirado de la campaña y ahora quedan Mitt Romney contra New Gingrich, con el resto de candidatos rezagados, vociferando sin que nadie les escuche.

A Herman Cain, que en un momento figuró alto en las encuestas, se le había perdonado la falta de preparación y conocimiento de asuntos básicos para cualquier persona que busque la presidencia de EUA. Cain, entre otras barrabasadas, había dicho que pondría una cerca eléctrica en la frontera con México.

Se le perdonaron las primeras cuatro acusaciones de acoso sexual. No fue sino hasta que una mujer se presentó en varios noticieros y dijo sin rodeos y en tantas palabras que había tenido un romance extra marital con Cain durante 13 años, que éste se vio obligado a suspender su campaña.

Desafiante, sí.

Negándolo todo reiteradamente, también.

Asegurando que su esposa le apoyaba — igual que todo político en desgracia.

Denunciando que fue parte de una conspiración, claro está.

Pero igual se tuvo que retirar, vergonzosamente (lo llama suspensión, lo cual no significa gran cosa).

Quedan Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts quien lleva años preparando su campaña, y cuya nominación parecía “inevitable” hace una semanas. Y Newt Gingrich, antiguo presidente de la Cámara de Representantes, cuya campaña casi se ahoga en una serie de escándalos al poco tiempo de anunciarla, pero que ha surgido últimamente.

Rick Perry, Ron Paul, Rick Santorum, Michelle Bachman y John Huntsman también siguen, pero cada día que pasa pierden relevancia. Ya han dicho todo lo que podían decir y realmente nadie los escucha.

Gingrich y Romney son muy diferentes y, a la vez, muy similares.

Ambos son sumamente ricos: definitivamente del 1 por ciento. Gingrich tiene un crédito corriente de US$500,000 en la exclusiva tienda Tiffany’s; Romney anunció no hace mucho que estaba cuadriplicando el tamaño de su mansión de US$12 millones frente al mar en California.

Igual comparten la capacidad descarada de cambiar sus posiciones de un lado al otro y decir lo que ellos creen que su audiencia desea escuchar: sobre casi todos los temas de actualidad.

Ambos desprecian al movimiento Occupy Wall Street: Romney dice que es una “peligrosa guerra de clases”; Gingrich ha insultado despectivamente: “báñense y consigan trabajo”.

Pero hay una diferencia clave y, en base a ella, consideramos que a los latinos de EUA les convendría la nominación de Newt Gingrich como candidato del partido republicano: el tema de la reforma de la inmigración de EUA.

Hace unas semanas informamos sobre la posición pragmática, humanitaria de Newt Gingrich respecto a la situación que afecta a unas 12 millones de personas indocumentadas en EUA. A diferencia de los demás candidatos (con la excepción de Rick Perry, gobernador de Texas), Gingrich ha dicho que es imposible deportar a gente que llevan años en EUA y tienen raíces, familias y contribuyen a la sociedad.

Mientras tanto, para ganar el alta ultraderecha, conservadora y de mayor xenofobia del partido, Romney denuncia cualquier reforma como “amnistía”.

Las últimas encuestas parecen inclinarse hacia Gingrich.

En caso de que Newt Gingrich ganara la candidatura de su partido, su posición sobre la inmigración presentaria un serio problema para Obama dentro de la comunidad latina, por lo que muchos consideran su incumplimiento de promesas sobre la reforma migratoria hechas durante la campaña del 2008. Las deportaciones de unas 400,000 personas al año desde que asumió la presidencia han causado terror entre las comunidades, dividiendo familias establecidas por años.

No hace mucho, Obama dijo que su estrategia electoral latina sería reproducir apartes de los debates entre precandidatos republicanos — que si se piensa significa básicamente decir que él es “el menos peor”.

Pero esta “estrategia”, si así se le puede llamar no aplica a Ginrich: porque él ha sido respetuoso con los latinos.

Algo muy parecido ha dicho el Senador John McCain, ex candidato presidencial republicano en el 2008, quien según la Associated Press, indicó que en su estado de Arizona y el resto de EUA con población latina puede ir a cualquiera de ambos partidos porque Obama “no ha convencido a estos electores que está del lado de ellos”.

Dado que el voto latino podría definir la elección del próximo presidente de EUA, un escenario Gingrich contra Obama, en última instancia, beneficiaría a los latinos de EUA: el tono racista y anti latino del discurso bajaría; se reconocería la importancia de la contribución latina en EUA; se daría el respeto que merece uno de los grupos de inmigrantes más dinámicos en EUA.